Se acabaron las donaciones a las parroquias o a las personas que nos pedían ropa para ayudar a gente sin recursos, ahora se vende lo que antes se iba a regalar.
Esta tendencia, entre otros factores, ha logrado el desarrollo de la feria ubicada en el distrito de Ugarteche. Las necesidades de muchos que van a vender, hacen que la feria sea menos rentable.
El que gana, como siempre, es el que va con dinero a regatear el precio. Sin dudas la feria de Ugarteche se consolida al ritmo de la crisis, antes fue el auge de los lugares de trueque.
Se afianza como un lugar más en donde la oferta de los que tienen algo para vender se junta con la demanda de la gente que quiere comprar barato.
Y a muchas personas de clase media que se agrupan y van con sus bolsos a ofrecer lo que ya no usan. La clase media sigue cuesta abajo y algunos de sus integrantes utilizan esta feria como una estrategia para hacerse de efectivo.