En Mendoza no somos amantes de los paraguas, pero en esta última semana del año deberemos ser previsores. El anuncio lo vivimos en Navidad. Así que por lo menos no dejemos la ropa tendida durante la noche o todo aquello que pueda estropearse con fuertes y repentinos chaparrones.
El pronóstico del tiempo hasta el fin de semana no es alentador, si es que estamos esperando días de calor soportable.
Jornadas de agobio con temperaturas que no bajarán los 30 grados y con máximas que podrán llegar a los 39 ó 40. Según el Servicio Meteorológico Nacional, y en coincidencia con el experto Fernando Jara, se espera el ingreso de un frente frío para hoy, con aumento en la nubosidad, tormentas por la tarde o noche "y un poco ventoso".
De todos modos, no nos engañemos: la máxima estimada para hoy será de 32 grados con una mínima de 22.
Debido al ingreso del viento del noreste, mañana viernes transitaremos horas de nubosidad variable con aumento de la temperatura y una máxima de 36 grados.
La noche del sábado podría vivirse con chaparrones y lluvias cortas pero intensas para respirar un rato el domingo y volver a la ola de calor que nos azotó en Nochebuena y Navidad.
Así entonces, y de acuerdo al pronóstico extendido despediremos el 2018 y recibiremos el 2019 con gotas de sudor, si es que no contamos con aire acondicionado o preferimos celebrar al aire libre. Para esas jornadas de lunes y martes el termómetro podría llegar a los 37 ó 38 grados.
Estas condiciones climáticas, nos explica el meteorólogo Jara, afectan la estabilidad de lluvias.
“Con esta ola de calor corta, de temperaturas muy elevadas y más humedad de la habitual para nuestro clima seco, provoca que la atmósfera se cargue de energía potencial. Las precipitaciones intensas y mayores de lo normal-medio se relacionan al efecto del Niño que continuará durante enero y febrero”, detalla Fernando Jara.
Y, aunque no se la juega por la sentencia, aclara que en nuestra región “siempre que hablamos de tormentas, el granizo puede hacerse presente con mayor o menor fuerza”.
Le consultamos tras lo vivido durante el atardecer navideño cuando quizás a muchos los sorprendió todavía en la pileta el aguacero.
Más que la lluvia inesperada en algunas zonas de Mendoza donde el cielo no llegó a teñirse de gris completamente, nos volvió a hacer pasar un mal rato el granizo. Sobre todo para los productores del Este mendocino, con daños en unas 300 hectáreas de fincas de Santa Rosa, por ejemplo.
Y luego, al iniciar la rutina laboral de ayer en varios puntos del Gran Mendoza nos encontramos con una vidriera lamentablemente conocida: acequias tapadas de barro y basura y calles anegadas, semáforos sin funcionar y ramas de árboles caídas por doquier.
Consumir abundante agua, no exponerse al sol, ingerir verduras y frutas, reducir la actividad física, usar ropa ligera, holgada y de colores claros, así como permanecer en espacios ventilados o acondicionados son los consejos habituales para no derretirnos antes de fin de año.