El sacerdote Eduardo Lorenzo, acusado de haber abusado de al menos cinco adolescentes, se suicidó de un disparo, informan a Télam altas fuentes judiciales vinculadas a la investigación.
El cuerpo del cura fue encontrado en una vivienda de la calle 4 entre 49 y 50 de la ciudad de La Plata.
Según publicó TN, la jueza platense Marcela Garmendia había ordenado la detención del excapellán del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), pero su abogado consiguió mantenerlo en libertad a través de la apelación.
Eduardo Lorenzo había jurado en distintos medios ser inocente pero los resultados de una pericia psicológicos fueron contundentes: el cura presentaba rasgos "psicópatas, perversos, narcisistas y obsesivos".
En la pericia, solicitada por la fiscal Ana Medina, los psicólogos determinaron que Lorenzo transmitía "una imagen grandilocuente de sí mismo que engrandece su autoestima" y que "no siente culpa ni angustia porque la hostilidad siempre está en el afuera".