Se subió a un crucero de paz

Independiente derrotó a Crucero del Norte, volvió al triunfo tras nueve partidos y tomó algo de aire.

Se subió a un crucero de paz

Se rompió la garganta del hincha de Independiente Rivadavia, se volvieron a ver los abrazos interminables y la felicidad como hacía mucho no se percibía en Avenida Las Tipas. Más de 400 minutos sin gritar un gol en el Bautista Gargantini parecía un maleficio eterno y que ahora ya es historia.

Uno no sabe si se jugó mejor que ante Instituto de Córdoba, si el equipo comenzó a encontrar el rendimiento tras este arranque nefasto y el milagroso empate (2-2) ante Nueva Chicago o si sólo se le abrió el arco a los delanteros.

La verdad, mucho no importan las explicaciones y ya no interesan demasiado los análisis tácticos o estratégicos. Había que ganar, sacarse de una vez por todas esa pesada mochila que cargaba sobre sus espaldas. La mufa ya era insoportable, realmente insostenible. Por fin se le puso punto final a la malaria con un segundo tiempo de muy buen nivel tras una primera etapa mala, muy pobre.

El pálido y abúlico partido se murió a los 44 minutos del inicio con el gol de la Lepra. El Kun Gautier buscó el arco con su remate, la pelota le quedó servida a Juan Pablo Pereyra y el Flaco está dulce (tres goles en dos partidos) y no perdonó. Dominó la pelota, se acomodó e inflaba la red para estampar el 1-0. Desahogo y al diablo con las estadísticas negativas. Explotaba el Gargantini y se gritaba casi como un gol de ascenso.

Crucero lo tuvo al minuto siguiente pero Cristian Aracena salió rápido del arco para ahogar a Mauro Siergierjuk y llevar tranquilidad al hincha que hacía segundos terminaba de celebrar el gol del Flaco Pereyra.

El complemento se iba a jugar con otra intensidad, lo que no siempre se traduce en mejor juego. La visita se adelantaba en el campo de juego sin efecto alguna para la última línea de un Independiente que comenzaría a explotar los espacios para el contragolpe.

Lo tuvo Gautier en un mano a mano clarísimo que tapó Requena, luego Crucero casi se hace un gol en contra tras un centro de Aguirre y finalmente llegaría el 2-0 con un frentazo del Oso Agüero, que ya había avisado en el primer tiempo que estaba firme por arriba. Con su zurda fina, Matías Abelairas se la puso en la cabeza al marcador central, quien de palomita le ponía un poco más de justicia al marcador.

Recién en la séptima fecha del torneo, cuando todos empezaban a mirar de reojo la tabla de promedios para el descenso, Independiente Rivadavia sumó por primera vez de a tres puntos, salió de la última colocación y marcó un gol en casa luego de 400 y tantos minutos.

Sin embargo, se sigue hablando de desvinculaciones de futbolistas (Morales Neumann y Centurión serían los primeros) y cambio de cuerpo técnico. Así es el mundo de la Lepra, que por un ratito, al menos, parece haberse subido a un crucero de amor.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA