En la previa era el partido para despegar. Ambos llegaban invictos, pero sin ganar. Los técnicos así leyeron el juego y desde el inicio lo jugaron como tal.
Pero al final de los 90’ la diferencia de cinco goles fue escasa por lo hecho por uno y otro, y hasta resulto mentirosa la diferencia. Para el local marcaron Sánchez -2-,uno en cada tiempo, Cabañas -2-, también en los dos períodos y Urquiza a los 43’ de la etapa inicial.
Fueron expulsados Hugo Oviedo y Nicolás Leal en la Academia.
El local, que jugó en la cancha de Pacífico, le tiró encima al Deportivo los nombres y la experiencia de su plantel. Y a poco de iniciada las acciones, Luminares empezó a hacer notar las diferencias sobre Argentino.
Fue así que a los 5’ Pablo Sánchez, a los 11’ Cabañas le daban la ventaja al local, que a esa altura, jugaba a placer. Ocupaba espacios, hacía circular la pelota y con buen juego llegaba a Sosa, quien evitaba mas goles.
La Acadé no encontraba el rumbo y encima se quedó con un menos a los 18’ por la expulsión de Oviedo. De esa manera se esfumaban las chances de remontar el marcador, porque también el local no dejaba de buscar el tercero, que llegó sobre el final en un sin número de errores del fondo visitante, cuando Urquiza aprovechó su chance para estirar más la brecha.
Luego del descanso, Argentino salió con cambios y trató de presionar a su rival, pero esa idea le duró poco. A los cinco, con lujos incluidos y toques de primera, Sánchez marcó el cuarto del local. En el siguiente ataque Cabañas también se anotaría por segunda vez en la cuenta.
Los cambios no modificaron nada, Luminares seguía jugando a placer, se lucía y se sacaba la mufa de las dos fechas anteriores. Deportivo era un manojo de nervios e impotencia.
La diferencia, era mucha, aunque el local no quiso ampliar el marcador. Sosa también tuvo que ver y mucho para que no fuesen mas. Sobre el final la visita se quedó con otro menos y el destino nada podía cambiar la goleada de Luminares sobre el Deportivo.
A los de Castro les debe servir para afianzar el juego y apostar a clasificarse en la próxima fecha. La Acadé deberá barajar y dar de nuevo.
