Se sacaron un cero. Era una buena chance para despegar, pero se quedaron en intenciones y terminaron armando un partido para el olvido. Un bodrio.
Lejos estuvieron de hacerse daño en el área, y menos de generar un juego colectivo que inclinara la balanza para alguno.
El vértigo y el apuro le ganaron a las ideas claras y el fútbol lúcido, por eso el empate quedó a la medida justa.
El dueño de casa se mostró un poco más incisivo, pero no puso en demasiado peligro el arco de Videla.
El conjunto de Bermegui se sintió más cómodo de contra y pudo llevarse los tres puntos tras un centro de Mortes que tomó Lobarbo pero cuyo remate con destino al gol se desvió en un defensor.
La visita terminó mejor y jugando en terreno rival, aunque sin puntería.
¿Conclusión? Un pobre punto y a casa.
Golpes en el camarín
Gaspar Cuello, agredido. Los jugadores del CEC denunciaron que en el túnel, cuando finalizó el PT, Buenanueva, defensor de Rodeo, golpeó a Gaspar Cuello. El volante quedó tirado en el piso en medio de amenazas y gritos entre los futbolistas de ambos elencos.
