Por Rosendo Fraga - Analista político. Especial para Los Andes
El Gobierno tuvo en la segunda quincena de febrero su momento político más difícil, y la evidencia de ello fueron las mismas declaraciones del oficialismo. El presidente de la Cámara de Diputados (Monzó) dijo que había terminado la etapa del “marketing electoral” y que ahora eran necesarios estadistas y no candidatos, en una crítica explícita al asesor de imagen de Macri (Durán Barba); Elisa Carrió, criticó al “gobierno de los CEOS”, en una alusión directa a la concentración de las decisiones en el trípode de la Jefatura de Gabinete (Peña, Lopetegui y Quintana); la UCR, que se reunió en Villa Giardino (Córdoba), criticó la falta de sensibilidad política en las medidas de gobierno y pidió más participación en las decisiones; el presidente provisional del Senado (Pinedo) dijo: “Hay sectores psicóticos y marginales que trabajan para que Macri no termine su mandato”, instalando un tema que al Gobierno no le conviene poner en la agenda política.
Macri intenta retomar la iniciativa, reuniendo a los bloques oficialistas en la noche del 28, en Olivos, y con su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, en el que explicita su proyecto pero también responde a las críticas recibidas en los últimos días. La idea de que se retrocedió sólo en 4 o 5 medidas sobre miles adoptadas es el eje de la respuesta en el corto plazo.
Pero el problema central es electoral, y hoy el Gobierno no tiene la misma certeza que tenía dos meses atrás sobre el triunfo en octubre. Los sondeos refuerzan estas dudas que, instaladas semanas atrás por la gobernadora de Buenos Aires, hoy son compartidas por la Casa Rosada.
La división del peronismo y la candidatura de Cristina para polarizar con ella son el eje de la estrategia electoral del oficialismo. Pero el peronismo bonaerense en San Vicente presentó una imagen de unidad, al fotografiarse juntos el intendente de Lomas de Zamora (Insaurralde) en representación de los intendentes del Grupo Esmeralda que son críticos del kirchnerismo, la intendenta de La Matanza (Magario), que encabeza los intendentes del Grupo Fénix, que no cuestionan a Cristina pero tampoco la aceptan como líder, a Máximo Kirchner en representación del kirchnerismo, a Romero por el Peronismo Disidente que lidera Bossio y a Espinoza, titular del peronismo bonaerense. Estuvo todo el peronismo menos Massa. Pero por ahora se trata sólo de una foto. Insaurralde después rechazó la candidatura de Cristina, a quien la CGT le pidió no politizar su movilización de protesta.
Mientras el kirchnerismo pide una lista única en las PASO, otros como Julián Domínguez reclaman internas y proponen a Randazzo como candidato a senador nacional. Los gestos de acercamiento incluyeron una reunión de Parrilli y Rodríguez Saá, proponiendo la unidad nacional del peronismo.
En este marco, el encuentro de Randazzo con el Papa en el Vaticano puede ser una acción para impulsar la unidad electoral del peronismo bonaerense, más allá de que luego también fue recibida Vidal, en forma reservada como el primero.
La semana próxima presenta un fuerte desafío social para el Gobierno, por la acumulación de movilizaciones y protestas. El diálogo del gobierno bonaerense con los docentes por ahora no logra evitar el paro convocado para los días 6 y 7 de marzo, que tendrá alcance nacional e impedirá el inicio de las clases; el último de estos días, la CGT realiza su movilización de protesta contra la política económica (ajuste, importaciones, despidos, etc.) que tiene la adhesión de todos los sectores del peronismo, el resto de las centrales sindicales, los movimientos sociales, entidades de la pequeña empresa y de las economías regionales; ese mismo día 7, Cristina Kirchner presta indagatoria ante el juez Bonadio, en la última de 21 convocadas en la causa Los Sauces; el 8 de marzo tiene lugar la protesta “ni una más ni una menos”, contra la violencia de género, la que va adquiriendo sesgo opositor, al adherir organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales opositores al Gobierno.
Cabe señalar que el corte de la avenida 9 de Julio realizado el lunes 20 por Barrios en Pie y el 21 por la CCC, terminaron en rápidas concesiones del Gobierno, restableciéndose los planes dados de baja que reclamaban. Hasta ahora, Macri ha terminado cediendo en este tipo de conflictos.
Tras una semana en la cual la política exterior fue central con el viaje a España, el debate sobre la economía ha recuperado protagonismo. Con el viaje a España, Macri buscó recuperar imagen de estadista tras los momentos difíciles vividos en la Argentina. Se relanzó el vínculo bilateral, pero es poco lo que hoy España y la Argentina pueden hacer para lograr el TLC Mercosur-UE como se anunció.
Al mismo tiempo, y frente a la visita de Estado a China que hará Macri a fines de mayo, se celebró el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, interrumpidas 45 años atrás en el gobierno de facto de Lanusse, y se confirmó la construcción de las dos represas de Santa Cruz, con inversión de empresas chinas. Pero la relación con EEUU sigue inquietando al gobierno argentino. Que el presidente peruano haya sido el primero de la región recibido por Trump cuando Macri había hablado sólo 5 minutos por teléfono con él, aumenta la ansiedad por lograr un encuentro con el presidente estadounidense en el segundo trimestre del año.
Al mismo tiempo, la conversación telefónica de 10 minutos con Obama para invitarlo a visitar la Argentina este año que el ex presidente postergó para 2018 para no involucrarse en la campaña electoral, puede no ser lo adecuado para mejorar las relaciones con Trump. En cuanto a las declaraciones del ministro de Economía (Dujovne) de que la recesión ha terminado cuando en realidad la economía está cayendo menos, corren el riesgo de chocar con una percepción social diferente tras cinco trimestres de recesión.
En conclusión: tras atravesar en la segunda quincena de febrero su momento político más difícil, Macri intenta retomar la iniciativa política reuniendo a sus legisladores y con el discurso ante el Congreso; el triunfo electoral en octubre ha perdido certeza y el peronismo muestra una foto de unidad bonaerense aunque persistan las divisiones; la semana próxima aparece dominada por protestas y movilizaciones sociales que mostrarán que la oposición está dominando la calle y el viaje a España dio a Macri imagen de estadista pero la política exterior sigue mostrando ansiedades y contradicciones, cuando la demora en el crecimiento es el principal problema de la economía.