Desde que el gobierno nacional empezó a adoptar medidas restrictivas para evitar la propagación del coronavirus, los mendocinos se lanzaron a los súper e hipermercados y los mayoristas para buscar productos de limpieza y alimentos no perecederos.
A más de una semana de que abarrotaran los centros de compras, y con el endurecimiento de los controles, las colas para ingresar a estos negocios se han reducido y muchos de los que acuden lo hacen con barbijos y guantes.
Pese a que en otros países en los que ya se había implementado la cuarentena, se permitía la salida de los hogares para comprar alimentos y artículos de primera necesidad, la gente acudió en masa a abastecerse.
Como resultado, hubo aglomeraciones, faltantes de algunos productos, como alcohol en gel y medicinal, y también estantes vacíos de otros artículos básicos, hasta que los repositores lograban volver a llenarlos.
La semana pasada, las extensas colas para entrar a los súper y los mayoristas fueron una postal recurrente. Pero hoy se observa menor cantidad de asistentes, ya sea porque ya llenaron las alacenas, porque se empezaron a conocer los primeros casos locales de infectados y más gente tomó conciencia, o porque uno se puede topar con varios controles en cuanto recorre un par de kilómetros.
Lo cierto es que en la playa de estacionamiento de Jumbo había un número acotado de vehículos y la subterránea está inhabilitada. En Walmart, unos 20 autos formaban fila por calle Cobos, a la espera de que les permitieran un ingreso paulatino. Y en un Átomo del centro, un cartel en la puerta, donde unas cinco personas aguardaban su turno para entrar, se podía leer la advertencia sobre el horario exclusivo para mayores de 60 y de que sólo se permite una persona por grupo familiar, como también la recomendación de que la compra sea racional (sin llevar más de lo que se necesita realmente).
Makro no abrió sus puertas, aunque sí lo hará mañana martes, y en las inmediaciones de Oscar David había un importante despliegue de personal policial y de guardias, para ordenar el ingreso de una docena de vehículos y de unos 30 compradores, muchos de ellos con barbijo y/o guantes, que guardaban una distancia de hasta 5 metros entre ellos.
Después de que se confirmaran los primeros casos positivos de coronavirus en la provincia, el gobernador Rodolfo Suárez anunció que los mayoristas y minoristas y comercios minoristas de proximidad deberán abrir sus puertas de 10 a 18 horas todos los días. También rigen limitaciones en el ingreso de los clientes. Y algunas cadenas brindan horarios especiales para que asistan personas de los grupos de riesgo.