Al partido le sobró más de media hora de juego. Con el respeto de su rival, que hacía más de una semana le dio vuelta el trámite en La Rioja, Junín Básquet fue muy superior y liquidó su historia en el cuarto inicial sobre Amancay: 113-73.
Todo arrancó con un 2-0 de Pedro Pérez. El base tuvo marcadas diferencias rompiendo una zona pintada del visitante que lejos estuvo de mostrar su mejor forma.
Si bien Amancay tenía un goleo repartido aceptable, el Verde no dejaba dudas cuando cruzaba la línea media o bien en su juego en transición explotando al máximo la velocidad de Guevara.
En el segundo cuarto, el dueño de casa arrancó con mucha intensidad defensiva y un triple de Amoros que desveló algunas limitaciones de Amancay, por tanto, el camino quedó más allanado para el resto del encuentro. Es que en esos 2’28’’ de este segmento fue un parcial de 7-0 de Junín que, sumado a la diferencia de los 10’ iniciales, se hizo indescontable para los dirigidos por Pereyra que se fueron al descanso largo abajo: 58-25.
Todo lo contrario a lo que pasó hace siete días en La Rioja, el tercer cuarto fue una exhibición de basquetbol moderno por parte de Junín Básquet.
Presión alta, fuerte, con atrapes y al límite del roce. Así, dejó sin ideas a un equipo visitante que se mostró perdido y provocó la decepción de su entrenador Pablo Pereyra, quien se sentó en el banco de suplentes y les dejó de hablar a su jugadores.
El goleo del quinteto de Diego Cabañez era repartido y la gente presente en el estadio Posta del Retamo, se rompía las manos de tanto aplaudir a sus jugadores. Fue un triunfo con autoridad, jerarquía y demostrando que Junín recupero la memoria. El próximo rival: Jachal basquetbol en tierras mineras.