Guillermo Luquín tenía 52 años y era diácono de la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Lomas de Zamora, Buenos Aires. Su sobrino fue hasta su casa ubicada en Temperley y se encontró con lo peor, estaba degollado.
Según publica un artículo diario Clarín, Eduardo, sobrino de Luquín, advirtió la ausencia de su tío a la misa del domingo por la mañana. Por tal motivo, fue hasta su vivienda ubicada en Bombero Ariño de Lomas de Zamora para saber qué había sucedido. Cabe destacar, que Luquín era diácono y no se perdía ninguna celebración religiosa.
El joven ingresó a la casa de su tío debido a que éste no atendió la puerta. Cuando estaba adentro halló el cuerpo de Luquín envuelto en sábanas y con sangre alrededor, por tal motivo llamó de inmediato a la Policía
Cuando los peritos llegaron al lugar constataron que el hombre estaba sin vida y tenía un importante corte en el cuello. La muerte del diácono, quien trabajaba en el Banco Provincia, está llena de interrogantes ya que las cerraduras e ingresos a la vivienda no estaban forzados y no faltaba ningún elemento en su hogar. Es por ello, que los investigadores han descartado la hipótesis de robo.
Según las primeras informaciones, el hecho se habría producido durante la madrugada del domingo. Se esperan los resultados de la autopsia que podrían arrojar más datos que echen luz al caso. La oficina fiscal N° 6 de Lomas de Zamora está a cargo de la investigación.
La comunidad de la parroquia Nuestra Señora del Carmen expresó su tristeza por la pérdida. Un grupo de fieles y vecinos fueron hasta su casa a despedirse mientras que otros dejaron sus condolencias en las redes sociales.