Apareció y ya está junto a su familia el jugador histórico de la Lepra: el "Negro" Yácamo

Norberto "el Negro" Yácamo, una de las legendarias figuras del fútbol mendocino y principalmente de Indepediente Rivadavia, de la década del '60, se perdió en Luzuriaga esta mañana alrededor de las 10 y hace instantes fue encontrando en el interior de una fina del distrito de Conquimbito, departamento de Maipú.

"El Negro" estaba en un geriátrico de Luzuriaga y se escapó del lugar, según informaron fuentes cercanas. El ex jugador de la Lepra padece del Mal de Alzheimer. Tras el confirmación que el "Negro" no estaba en el hogar, comenzó una búsqueda intensa por los alrededores de Luzuriaga tanto de familiares, allegados y la Policía de Mendoza. Además, se sumó gran parte de la sociedad mendocino, ya que el Negro, es un ídolo de Independiente Rivadavia y el pedido de su búsqueda explotó en las redes sociales.

Fabián, hijo del ídolo Azul, habló con Los Andes y confirmó la buena noticia que habían encontrado a su papá: "Gracias a Dios, ya está con nosotros. En excelente estado de salud. Aún desconocemos como hizo para llegar hasta la ruta 60 y Urquiza de Coquimbito. Mi papá ingresó a una finca y comenzaron a ladrar los perros del lugar. De inmediato, salieron los dueños de casa y lo protegieron. Inmediatamente, llamaron al 911 y así encontramos a mi viejo".

Su hijo, con el corazón aún latiendo a mil por horas, afirmó: "Me faltan palabras para agradecer a todos los mendocinos que se preocuparon por mi viejo. A los medios de comunicación, a la Policía, allegados, a todos. Fueron horas terribles las que pasamos. Pero, ya pasó, mi papá está bien y ahora tiene que descansar. Miles de gracias a todos por favor". 

Asimismo, su hijo Fabián, aclaró al Diario Los Andes que el verdadero nombre de su papá es Herman Norberto Yácamo. Cuando debutó en primera división y luego fue figura e ídolo de Indepdendiente Rivadavia, el periodismo lo bautizó como el Negro Yácomo y él nunca se preocupó por corregir su nombre, ya que si se hizo famoso así, el quería quedarse con ese sobrenombre y apellido: "el negro Yácomo".

Yácamo fue parte de una década brillante del equipo de la Lepra: en 1960, 1961 y 1962 logró títulos y más tarde, en 1965 y 1967, otros más.