La vida de Berenice Conte cambió radicalmente hace siete meses cuando decidió colocarse implantes mamarios.
La joven de 25 años entró al quirófano el 12 de octubre a las 8.30 en una clínica sobre las calles Francia y Catamarca de Rosario. Lo que iba a ser una intervención ambulatoria de dos horas se transformó en una pesadilla. La chica sufrió un paro cardíaco en plena cirugía plástica y fue trasladada a un Sanatorio de la Mujer.
Desde ese día está postrada en un cama sin poder caminar ni hablar. La familia de Berenice ya denunció a los médicos y al anestesista por mala praxis. El caso está en manos de la fiscal Guillermina Aiello que investiga la posible comisión del delito de lesiones gravísimas culposas.
"Entró sana y terminó en el estado en el que se encuentra actualmente", dijo el abogado de los Conte, Miguel Gastaldi, en Radiópolis.
Desde el entorno de la joven que estudiaba Relaciones Públicas y trabajaba como recepcionista en un bar aseguraron que tiene ciento por ciento de discapacidad y su estado es irreversible.
Berenice es asistida día y noche por su papás y su hermano. Ellos la acompañan, la llevan al baño y la llevan a las terapias. La chica se alimenta por sonda y ya perdió 10 kilos.