Según las inmobiliarias de Mendoza, casi la totalidad de las operaciones de compra-venta de viviendas que se han concretado entre los meses de junio y julio se han hecho con pagos al contado, lo que implica largos periodos de ahorro y disponibilidad de efectivo.
De acuerdo a un cálculo realizado por Los Andes, hoy se necesitan 106,22 salarios netos para adquirir una vivienda de $ 2 millones en un barrio periférico de la Ciudad.
Claro está, que también existe la posibilidad de acceder a un crédito hipotecario, pero el incremento del dólar y la inflación provocaron que hoy menos familias puedan acudir a esa herramienta para adquirir una vivienda.
Ese escenario provocó una lógica retracción del mercado inmobiliario, que ahora solo depende quienes tienen un ahorro suficiente para pagar una casa.
Por supuesto que no es fácil para una familia llegar a esa posición, sobre todo teniendo en cuenta la relación que existe entre un salario promedio y el precio final de una vivienda.
Según datos de Fundación Ideal, la remuneración promedio de los asalariados del sector privado en Mendoza es de $ 22.685 brutos o $ 18.828 netos (se calcula un 17% de aportes para trabajadores registrados).
Cabe indicar que este ingreso corresponde a un estimativo que elaboraron desde Fundación Ideal a marzo de este año, por lo que no toma los aumentos de los últimos meses que se hayan generado por paritarias.
Además, tampoco corresponde a los trabajadores independientes, ni estatales, así como tampoco a los informales. Es por ello, que ese salario puede ir para abajo y para arriba según corresponda.
Así es que para este caso, con un sueldo neto de $ 18.828, serían necesarios 106 salarios para comprar una vivienda de aproximadamente 80 m2 cubiertos en un terreno de 200 m2 en localidades como barrio Parque de Godoy Cruz, Dorrego de Guaymallén, o en la cuarta sección.
Según los empresarios del sector inmobiliario, una casa de esas características tiene un valor de mercado de $2 millones.
En este ejemplo, según mencionó Miguel Astorga, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, se toma una vivienda tipo para una clase media, con dos dormitorios, un baño, cochera cerrada y una casa sin tantos deterioros.
Concordó con ello Manuel Otero, de la inmobiliaria que lleva su apellido, aunque agregó que "el problema radica que por $ 2 millones la oferta es baja, cuando se busca una casa en condiciones que no estén deterioradas. Por ello, es que para una familia de clase media que sale a buscar una vivienda se encuentra que por sus ingresos y por el monto del crédito que le dan no llegan a una casa acorde a sus expectativas".
Tanto Otero como Santiago Debe coincidieron que el mercado de entre los $ 1,8 millones y $ 2,5 millones es bastante austero, principalmente cuando se busca una casa. En cambio, según Astorga, es diferente cuando se habla de un departamento o dúplex, ya que aquí "la oferta es más amplia. Sin embargo, las familias por lo general prefieren evitar espacios comunes y escaleras".
Caída de la demanda
Desde las inmobiliarias de Mendoza mencionan cómo la inflación y el incremento del dólar han terminado afectando la toma de créditos, por lo que desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios adelantaron que de 10 trámites de créditos que se estaban por dar solo sobrevive uno.
Este es el caso "de una familia que tiene un ahorro y puede absorber el incremento de precios de las viviendas y también tiene espalda para afrontar la cuota", remarcó Miguel Astorga, presidente de esa entidad.
Este fenómeno de hecho está reflejado en los números del Banco Central (BCRA). En abril se otorgaron $13.000 millones en préstamos nominados en Unidades de Valor Adquisitivo -el nombre completo de UVA-, a razón de un promedio de $ 694,5 millones por día hábil, mientras que en junio el monto bajó a $ 5500 millones, con $ 276,1 millones diarios.
De este modo, es que por efecto de la devaluación cayeron 60% en el otorgamiento de créditos hipotecarios UVA. Recordemos que el dólar comenzó a avanzar en abril cuando en esa fecha estaba a $ 20,40 y hoy se ubica a $ 28,10.
"Hemos vuelto a lo que era hace 20 años atrás cuando solo la gente que tiene dinero o salarios altos podía acceder a su casa. Hoy los créditos para muchos es una expresión sólo de deseo. Muchos quedan fuera porque con sus ingresos familiares solo llegan a adquirir un monto muy bajo y que está lejos de los precios de las viviendas", explicó Santiago Debé, de la inmobiliaria que lleva su nombre.
En línea fueron las declaraciones del agente inmobiliario Manuel Otero, quien indicó que hoy la gente sale de los trámites de los créditos, por miedo, o porque sus ingresos familias no llegan a ser los necesarios y no pueden costear el incremento de las viviendas o de lo que tienen que desembolsar para llegar a comprar la casa.
Recordemos que para comprar una casa por lo general la entidad bancaria da hasta el 70% del costo de esa vivienda. Así es que para una casa de 2 millones el préstamo sería de 1,6 millones de pesos. Para ello, los ingresos familiares deberían ser de $ 53.300 aproximadamente. Así es que según Otero, "son pocos los mendocinos que tienen esos ingresos", remarcó el empresario.
Además, para ese crédito la cuota sería de $ 13.383,91 y son pocas las familias que se animan a destinar ese monto que saben que se actualiza por inflación.
"Teniendo en cuenta que muchos salarios no se han incrementado al ritmo de la inflación y tampoco lo harán, los interesados en acceder a un crédito priorizan esperar a que la situación se calme y estabilice, porque temen no poder cumplir con su obligación de pago", sostuvo Santiago Debe.
De este modo es que los empresarios indicaron el volumen de préstamos vigente no llega a ser ni el de 10% del que existía hace tres meses.