Un anciano fue asaltado el miércoles por la noche en su casa, ubicada detrás del Mendoza Plaza Shopping en Guaymallén. Un sujeto se hizo pasar por empleado de Ecogas y luego lo asaltó junto con dos cómplices. Se llevaron cerca de 150 mil pesos.
El atraco fue poco después de las 20.30, en una casa de Pestalozzi al 200 del barrio Udelco de Guaymallén. Rafael Gianginoto (81) estaba en el interior de la vivienda cuando un sujeto golpeó a su puerta para luego presentarse como empleado de Ecogas. Aparentaba unos 25 años y, si bien no llevaba uniforme, tenía un cuaderno en el que simulaba tomar anotaciones de los medidores de la cuadra.
"Me dijo que había olor y que debía llamar para que lo repararan (al medidor)", contó Rafael a Los Andes. La conversación entre el dueño de casa y el supuesto empleado se extendió durante varios minutos.
Como ambos estaban en la vereda, el desconocido aprovechó para sentarse con la excusa de que había trabajado todo el día, que había caminado hasta el hartazgo y que estaba muy cansado.
Hasta que puso punto final a la conversación, argumentando que tenía prisa; "pero antes de que me vaya, me puede convidar agua", pidió. "Yo algo me imaginé porque me conversaba muy bonito. Pero entré a buscar el vaso. Ese fue mi error", se lamentó Rafael.
Cuando el anciano estaba frente al surtidor, el timador, que lo había seguido, lo sujetó por la espalda, le tapó la boca y lo obligó a sentarse.
En ese momento aparecieron otros dos sujetos cuyas edades oscilan los 27 años. Uno llevaba un revólver en su cintura y el otro un cuchillo.
Con Rafael reducido, los ladrones fueron por su segunda víctima: un empleado que en ese momento regaba el jardín.
Tras eso, ambos fueron maniatados y puestos en el comedor, donde estuvieron cerca de 40 minutos, tiempo que duró el atraco.
Caja fuerte destruida
Los asaltantes estaban decididos a llevarse una buena suma de dinero y así se lo hicieron saber a Rafael. Por eso no se conformaron con los primeros 20 mil pesos que el hombre les entregó. "Buscaron la caja fuerte hasta que la encontraron y la rompieron con un destornillador", contó el dueño de casa. De allí sacaron 120 mil pesos que el hombre tenía para pagar un frigorífico, ya que es dueño de un galpón de empaque en Guaymallén.
Cuando los ladrones se fueron, Rafael y su empleado pudieron desatarse y pedir auxilio. Si bien se liberaron apenas se cerró la puerta, cuando salieron a la calle ya no había rastros de los delincuentes.