En Mendoza se realizan 31 denuncias por violencia de género al día. Ése es el promedio que se desprende luego de reunir la cantidad que recibió cada uno de los organismos que las recepcionan. Sin embargo, se trata de resultados relativos ya que no hay un sistema unificado ni coordinado.
Esta situación, que se replica en otros lugares del país, ha generado acuerdos para lograr un registro único que coordinará la Dirección de Estadísticas y Censos (DEIE).
Uno de los aspectos fundamentales que debe pulirse es que todo esté sistematizado, ya que actualmente se desconoce qué denuncias se replican en las diferentes áreas.
Por ello, la idea es que pueda hacerse un seguimiento del caso y evitar que se radique en diferentes instancias y esto modifique los números finales.
Actualmente las denuncias de toda la provincia las concentra la Dirección de Género y Diversidad, que reúne los casos que llegan a los 18 municipios, la Dirección de la Mujer del Poder Judicial, Oficina Carmen Argibay y la Unidad Fiscal de Violencia de Género.
Los Andes reunió esos datos para tener una noción aproximada.
La Dirección de Género recibió en 2017 un total de 3.526 casos, muchos más que los 2.425 que había recepcionado en 2016. De todas formas, en un informe al respecto aclara que esto no necesariamente significa 'aumento de los casos de violencia' sino un aumento en la registración, que en ocasiones puede verse resentida o demorada por cuestiones administrativas.
El Poder Judicial reunió 2.084 casos derivados de municipios, organizaciones, instituciones educativas, otras áreas del Poder Judicial, Juzgados de Familia o áreas de Niñez, además de quienes se acercaron por su propia cuenta. A esto hay que sumar las 5.882 causas que recibió la Fiscalía durante el mismo periodo.
Esto da un total de 11.492 casos denunciados durante todo 2017, lo que redunda en 31 casos diarios.
Unificar criterios
No hay que perder de vista que el sistema de denuncias no está unificado y que por lo tanto, para llegar a datos más fidedignos es necesario depurarlo y unificar criterios y procedimientos.
Así lo señaló Facundo Biffi, director de la Deie, a Los Andes, y detalló que se está trabajando en generar acuerdos con estos tres sectores para que sea esta Dirección la que recopile los datos con la intención de conformar un Registro Único de Denuncias de Violencia de Género.
Es un proceso en el que ya están inmersas la mayoría de las provincias, ya que en algunas también existen diversas instancias donde se reciben denuncias.
La inquietud surgió luego de que se avanzara en la creación de un registro único a nivel nacional en el que trabaja el Indec.
El primer informe nacional sobre el asunto fue presentado en marzo, sin embargo Mendoza no estaba incluida, al igual que algunas otras provinicas.
Según informaron en la Dirección hay intenciones de realizar una actualización de ese contenido los próximos meses y es para entonces que pretenden tener lista la información.
Biffi explicó que además de avanzar en criterios compartidos para la recepción de la denuncia, luego debe enviarse al Indec. Allí será procesada y devuelta a la provincia con un criterio único nacional que permitirá realizar una comparativa entre las diferentes jurisdicciones del territorio nacional.
Stella Spezia, a cargo de la oficina Carmen Argibay, señaló que su área firmó este año un convenio con el ministerio de Economía de la provincia.
"Estuvimos trabajando el año pasado, nuestro equipo ya se ha entrenó para unificar criterios, también colaboramos con el registro nacional de Femicidios", manifestó.
Por otra parte agregó que "se ha hecho un sistema informático donde se colocará de dónde viene para que no se repita la denuncia".
El pedido de auxilio puede realizarlo una tercera persona
Diferentes áreas consultadas aseguraron que pueden recibirse denuncias de aquellos terceros que vean alguna situación de violencia en la cual la mujer no toma acciones para salir.
La ley 26.485, de Protección Integral de los Derechos de las Mujeres, contempla que la denuncia pueda realizarla la niña, adolescente o mujer víctima o un tercero.
Así lo destacó Teresa Day, coordinadora del Ministerio Público de la provincia quien aclaró que en el caso del abuso sexual, si denuncia un tercero es necesaria la ratificación de la víctima dentro de las 24 horas.
En el resto de los casos, "los efectores acompañan a la mujer a hacer la denuncia y a veces, en el camino se arrepiente pero la denuncia sigue curso porque es de orden público, esta nueva perspectiva de género ha abierto la puerta para que sea política de Estado", resaltó.
Mencionó que en el caso de niñas o adolescentes, lo habitual es que lo detecte la escuela y que a partir de allí se dé intervención a áreas municipales u otras.
"Cuando hay una situación de riesgo, donde se escuchan gritos o se sabe que hay armas, se puede denunciar en un Juzgado de Familia, aunque habrá que buscar luego el consentimiento de la mujer porque si no es más difícil el trabajo de la Justicia", explicó Anfuso. También los conocidos pueden acercarse a las áreas de género municipales y allí evaluarla mejor alternativa.
"Se puede hacer algo sin intervención de la víctima, con alerta a alguna de las áreas, pero con la participación activa de la persona que se acerca ya que probablemente sea una de las pocas personas que tiene vínculo con la víctima", consideró la socióloga.
¿Por qué muchas mujeres no denuncian?
Más de un caso de violencia de género que llega a la agresión física e incluso al femicidio no registra una denuncia previa. Muchos de los que trascienden a los medios desnudan esta realidad, que puede resultar incomprensible para quienes no están inmersos en esta problemática.
Tal fue el caso de la ingeniera agrónoma Carolina Seser (37), embarazada de gemelos y quien fue apuñalada por su pareja, Alberto Sebastián Petean Pocoví (33).
El hecho ocurrió el viernes 25 en su vivienda, en Gutiérrez, Maipú. En la huida el hombre mató a dos policías y la chica está internada desde entonces. Pese a la extrema violencia, no se registra denuncia alguna de una situación previa. Sin embargo los vecinos manifestaron que la joven era víctima permanente de malos tratos.
¿Cómo se llega a tal extremo? Lo cierto es que la violencia no es una sola y antes de llegar a la agresión física se presentan otras, como la psicológica, la simbólica y la económica.
El problema es que están tan naturalizadas que a veces la víctima no las identifica. Puede suceder que si se da cuenta no quiera reconocerlas como tales o que las presiones le impidan correrse de la situación. Por tales razones, entre otras, es que suele resultar difícil llegar a la denuncia o al pedido de ayuda.
Silvina Anfuso, directora de Género y Diversidad de la provincia enumeró estas causas.
Miedo: se está en situación de riesgo y se desconocen los derechos que amparan a las mujeres. "Escuchan de manera genérica pero les cuesta pasarlo por su situación particular, por eso es importante que tengan información llamando por ejemplo a la línea 144, sin necesidad de denuncia".
Dependencia económica: muchas mujeres no tienen ingresos propios y eso las hace sentir atadas al varón, más aún si tienen hijos. Pero "ya hay algunas ayudas sociales y económicas que brindan los municipios", subrayó.
Razones sociales y culturales: en esto tienen mucho peso las concepciones familiares y del entorno, que a veces funcionan como un impedimento para salir del círculo. "Se ha naturalizado y esto opera como factor de presión, porque da vergüenza, sienten que las van a tratar de ignorantes o incapaces".
Violencia simbólica: implica marcar todo el tiempo cómo debe ser en función de un estereotipo, el varón va buscando un disciplinamiento moral de la mujer, eso es un alerta, esta limitando su autonomía.
La violencia psicológica se asocia a la simbólica y es donde se manifiestan aspectos como el lugar que la mujer ocupa en la casa, se cuestiona la vestimenta, salidas o vínculos familiares.
Reconciliación: hay un proceso de maltrato y reconciliación entre víctima y victimario lo que lleva a la primera a creer que el segundo puede cambiar.
La violencia no es permanente y las mujeres tienden a idealizar los buenos momentos.
Fachada: el perfil típico de una persona violenta es tener una doble fachada. Suelen tener buena imagen, ser amables, buenos padres.
Por ello las mujeres creen que no le darán verosimilitud a su relato y el entorno puede tender a minimizarlo.
Dónde consultar
Áreas de Mujer de los municipios
Dirección de Género y Diversidad (España 16, de 8 a 16).
Línea 144. Tiene guardia las 24 hs todos los días. Ahora también está en una aplicación para descargar en el celular.