Se frena el desarrollo humano en la región

Lo dice un informe de las Naciones Unidas que se presentó ayer en Mendoza. Atribuye el estancamiento en los últimos 5 años a la crisis financiera y advierte que América Latina es la región más desigual del mundo, con 45 millones de personas vulnerables.

Se frena el desarrollo humano en la región
Se frena el desarrollo humano en la región

Que a lo largo de su historia Mendoza haya logrado afrontar el desafío de irrigar sus tierras, aminorar los efectos de los factores climáticos adversos -como el granizo y el Zonda- o bien generar conciencia para trabajar en prevención a la hora de actuar durante un sismo, no han sido aspectos poco relevantes frente a la mirada mundial.

Justamente debido a su capacidad de respuesta a los diferentes  obstáculos, nuestra provincia fue el primer escenario elegido en el país para presentar el Informe sobre Desarrollo Humano 2014, que fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Este trabajo de talla internacional incluye un análisis de la situación global actual y pone el énfasis en la necesidad que existe en la región de América Latina y El Caribe, tanto para sostener el desarrollo humano logrado como para afrontar las distintas amenazas de tipo global, como las guerras, las epidemias y la crisis financiera, entre los principales.

Tal como estaba programado, ayer por la tarde la exposición de este documento se concretó en el Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Tras la apertura de la reunión, a cargo de José Octavio Bordón, director del Centro de Asuntos Globales de la universidad, y del rector de la institución, Daniel Pizzi, las conclusiones del estudio global no tardaron en salir a la luz.

A poco de arribar a estas tierras, el representante del PNUD en Argentina, René Mauricio Valdés, destacó frente a las autoridades y funcionarios presentes que una de las principales preocupaciones actuales en América Latina y El Caribe tiene que ver con la necesidad de las naciones de sostener el progreso alcanzado. Vale señalar que por este concepto se entiende a la posibilidad de las regiones para satisfacer las necesidades de su población en materia sanitaria, educativa y también en lo relativo a su nivel de vida, es decir, sus ingresos.

“El objetivo de este trabajo que se realiza todos los años, consiste en sacar una fotografía del desarrollo humano de los pueblos. Reducir su vulnerabilidad, lograr una adecuada resiliencia -capacidad para resolver inconvenientes- y ser conscientes de los problemas que se plantean. Es muy importante para mantener los niveles logrados”, aseguró Valdés y destacó a la provincia como un lugar que ha sabido sobrellevar sus amenazas de tipo natural a lo largo del tiempo. “De todos modos, el cambio climático es una gran preocupación que atenta aquí contra la industria vitivinícola”, profundizó luego de haber escuchado las inquietudes de enólogos locales.

Una mirada regional

De acuerdo al informe, denominado “Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia”, tanto en Latinoamérica como en el Caribe se registra el índice de desarrollo humano más alto del mundo. Sin embargo, el progreso se ha vuelto más lento en los últimos cinco años en esta y otras regiones en comparación con el período transcurrido entre 2000 y 2008, debido a la crisis financiera.

De hecho, en la actualidad en la región hay 45 millones de personas vulnerables que, en caso de enfrentarse al impacto de una crisis (sea ésta financiera, natural o de otra índole) se encuentran en riesgo de caer en una situación de pobreza multidimensional, es decir, con carencias en lo relativo a su salud, educación y nivel de vida. “La desigualdad importa no sólo para los que están en el extremo más pobre, sino para la sociedad en conjunto, ya que amenaza la cohesión social y dificulta la movilidad social, lo que alimenta las tensiones sociales y pueden conducir a disturbios civiles y a la inestabilidad política”, alerta el informe.

Además, el trabajo detalla que las vulnerabilidades persistentes amenazan con revertir los logros alcanzados, entre ellos, haber aumentado la esperanza de vida en la población (que es de 74 años) y disminuir las desigualdades. Así, la región figura como la más desigual del mundo en términos de ingresos, en tanto que la inseguridad sigue siendo preocupante, destaca el informe, que incluyó a 187 países y territorios, entre los cuales Argentina aparece en el puesto 49.

El desafío argentino

En términos generales, nuestro  país ha sido clasificado entre los que lograron los niveles más altos de desarrollo humano. Pero también persisten los riesgos e incertidumbres.

En lo que a salud respecta, según el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano realizado por el PNUD en 2013 aún persiste una elevada proporción de enfermedades transmisibles y accidentes, frente a un sistema fragmentado. En el aspecto educativo, el documento resaltó que la repitencia, la sobre edad y el abandono se presentan como la principal debilidad para garantizar una educación de calidad. En términos de empleo, el desafío no es menor, puesto que pese al crecimiento logrado, las brechas relativas a capacitación, participación y trabajo registrado perduran.

Para Valdés, la principal recomendación es mejorar las redes de protección universal para proteger el bienestar de la población frente a una crisis. Por eso, el informe sugiere la creación de un fondo monetario regional para reducir la vulnerabilidad financiera. “Pero también es necesario que los Estados fortalezcan su capacidad para resolver conflictos en materia de derecho y justicia”, indicó Valdés y destacó que hay aspectos factibles de ser resueltos en cada localidad y otros que tienen alcance internacional.

Un ejemplo en ese sentido es el relativo a los vacíos legales existentes en materia de reestructuración de deudas soberanas, tal como es el caso de nuestro país actualmente. “La clave está en proteger a los países de crisis económicas y financieras que representan un impacto que se plantea desde el exterior”, aseguró Valdés, quien además es coordinador residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Las amenazas mundiales

Que el mundo se enfrenta a desafíos que exigen de un esfuerzo conjunto entre todas las naciones para solucionar los problemas que hoy aquejan a millones de personas en las diferentes regiones de todos los continentes es una de las principales conclusiones sobre las que, a nivel global, hace hincapié el Informe sobre Desarrollo Humano 2014, que fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo  (PNUD).

Desde el punto de vista de René Mauricio Valdés, algunos de los problemas más graves a los cuales se enfrenta la humanidad tienen que ver con los conflictos armados, las crisis económicas, las amenazas de epidemias (en la actualidad el Ebola) y los riesgos de desastres naturales. “Hay países que no hace mucho habían registrado niveles muy altos de desarrollo en su población, como por ejemplo, Siria, El Líbano e Irak. Ahora, con las guerras  se ha presentado un gran y complejo deterioro en la calidad de vida de sus habitantes”, explicó Valdés.

La pobreza, a pesar de la recuperación de algunas regiones, sigue siendo alarmante en el planeta. De acuerdo al informe internacional, aún 2 millones 200 mil personas son pobres o se encuentran al borde de la pobreza en tanto que al menos 1.200 millones de seres humanos viven con menos de 1,25 dólares al día.

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