Donald Trump Jr. admitió haber intercambiado mensajes con Wikileaks durante y después de la campaña electoral estadounidense y reconoció que la organización fundada por Julian Assange lo animó a difundir la información filtrada por ellos para perjudicar a Hillary Clinton. La información se conoció ayer por la revista The Atlantic, que publicó un artículo en el que revela los detalles de "La correspondencia secreta entre Donald Trump Jr. y Wikileaks", que tuvo lugar entre el 20 de septiembre de 2016 y julio de 2017.
Según The Atlantic, Wikileaks pidió activamente la colaboración de Trump Jr. para difundir la información que la plataforma había pirateado de los servidores informáticos del Comité Nacional del Partido Demócrata en septiembre de 2016, menos de dos meses antes de las elecciones presidenciales.
El hijo mayor de Trump se interesó, aunque respondió de manera breve a través de un mensaje directo de Twitter.
Algunos días después, luego de que su padre dijera en un acto que le "encantaba" Wikileaks, directamente consultó a la plataforma acerca de rumores sobre una nueva filtración de documentos relacionados con Clinton.
"Hola Donald, qué bueno verte a ti y a tu padre hablando sobre nuestras publicaciones", le respondió dos semanas después la organización y le aconsejó a Trump padre incluir en sus tuits un enlace a los documentos pirateados al entonces jefe de campaña de Clinton, John Podesta.
Pocos minutos después de recibir este mensaje, el aún candidato criticó en Twitter la poca repercusión que los medios estaban dando a la información difundida por Wikileaks.
"Hola Donald, qué bueno verte a ti y a tu padre hablando sobre nuestras publicaciones"
Y dos días después, Trump Jr. compartió en Twitter el enlace que Wikileaks le había enviado. Las sugerencias de la plataforma electrónica se fueron tornando cada vez más audaces.
En una ocasión le aconsejó desconocer los resultados de las elecciones en caso de perder y después le solicitó una declaración de impuestos de su padre para que las filtraciones no muestren imparcialidad.
Pero la más llamativa, es la que solicita que el presidente electo le pida a Australia nombrar como embajador en Estados Unidos a Assange, quien está asilado en la embajada de Ecuador en Londres para esquivar una orden de detención en su contra.
Los mensajes obtenidos por The Atlantic también fueron entregados por los abogados de Trump Jr. a una de las comisiones del Congreso que investiga si el equipo de campaña del presidente y funcionarios del gobierno ruso se coordinaron para interferir en las elecciones de Estados Unidos a través de filtraciones de Wikileaks.
Según el hijo del mandatario, "una de las comisiones" filtró esas comunicaciones, cuyas capturas de pantalla fueron publicadas anoche por él mismo en Twitter.
En declaraciones al diario The Washington Post, el abogado de Trump Jr., Alan Futerfas, dijo ayer que los mensajes fueron inofensivos y motivados por la curiosidad por saber qué publicaría Wikileaks.
Por su parte, Assange, dijo "no poder confirmar" si los mensajes son auténticos ya que la organización que dirige "no guarda esos registros", aunque remarcó que las publicaciones de Trump Jr. están descontextualizadas.
El hallazgo de The Atlantic vuelve a ubicar al primogénito de Trump en el ojo de la tormenta, luego de que en julio pasado un diario revelara los contactos que el joven había mantenido con una abogada cercana al Kremlin que le había prometido información perjudicial para Clinton en medio de la campaña electoral.
Durante la campaña, la entonces candidata presidencial del Partido Demócrata sufrió algunos golpes. Además de la renuncia de su entonces jefe de campaña por las filtraciones, la ex Primera Dama, compareció varias veces ante el Congreso para dar explicaciones por haber usado una cuenta de correo electrónico personal mientras era secretaria de Estado (2009-2013).
Según revelaron hoy medios estadounidenses, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, evalúa nombrar un fiscal especial para esa causa, que todavía está en curso.