En un futuro próximo, los libros están considerados subversivos. Un bombero encargado de quemarlos tomará conciencia del problema tras conocer a una joven aficionada a la lectura.
Así va el argumento general de una de las novelas más reconocidas del escritor estadounidense que ahora tiene una adaptación para la televisión que HBO produjo y estrena mañana sábado a las 22 en todo el planeta.
"Fahrenheit 451" se inspiró en un incidente de la vida real en el que un policía sospechóde Bradbury porque caminaba por la vereda en lugar de estar conduciendo un auto, como el resto de los estadounidenses medios embrujados por "el sueño americano".
Eran tiempos en que él se sentía frustrado y preocupado por el declive de la lectura, el aumento de la televisión como una visión fragmentaria de la manera de escapar del mundo y principalmente los esfuerzos de censura de los políticos anticomunistas.
Bradbury convirtió su ira por el encuentro con el policía en una historia distópica llamada "The Pedestrian", luego en la novela corta "The Fireman", y finalmente en "Fahrenheit 451" (temperatura con la que se quema el papel por el fuego), un relato de ciencia ficción que advertía a los ciudadanos de aquella época, la del 50, un futuro en que los autoritarismos estatales se dedican a quemar libros y castigar a los ciudadanos que leen.
La novela ha sido adaptada varias veces, incluso por el director francés François Truffaut en 1966, para su única película en inglés.
La visión distópica de Bradbury era clara y contundente, una de las razones por las que se clasifica como una gran ciencia ficción sin ser un gran libro. También ayudó el contexto histórico de su publicación, en plena Guerra Fría, en pleno debate de los medios masivos de comunicación.
La historia
Guy Montag (Michael B. Jordan) es un "bombero" que trabajó quemando libros hace tiempo en un país donde cualquier texto que estimule el pensamiento independiente califica como contrabando.
La incertidumbre sobre su trabajo lo pone en desacuerdo con su jefe (el villano de "La forma del agua", el genial Michael Shannon), un fanático casi religioso de la censura.
El director, Ramin Bahrani, cuyo trabajo reciente incluye los feroces dramas de temática social "Any Price" y "99 Homes", apunta a conectar la oscura visión del futuro de Bradbury con nuestra propia era, donde la gente en el poder descarta la información inconveniente como sediciosa o "falsa".
Esta adaptación habla de la apoteosis de las redes sociales, del autoritarismo emergente y de cualquier otra inquietud acerca del estado de autovigilancia que pueda albergar.
La era que describe comienza después de una "segunda Guerra Civil" que deja ocho millones de muertos. La vaga descripción de este conflicto, y del estado corporativizado que surgió de él, envuelve muchas incertudumbres extra más allá de las dejadas por el texto original.