El empresario Gustavo Andrés Deutsch, de 78 años, ex dueño de la aerolínea LAPA, y su esposa murieron ayer al caer la avioneta en la que viajaban en la localidad bonaerense de Nordelta, partido de Tigre, informaron fuentes oficiales.
El hecho se produjo pasadas las 15 en el barrio privado La Isla, de Nordelta, donde la aeronave se desplomó sobre una vivienda que al momento del accidente se encontraba deshabitada, y provocó un incendio que abarcó a una casa lindera.
Según el relato de los vecinos, la pareja que habitaba la casa sobre la que se precipitó la aeronave, un matrimonio mayor junto a su nieta, se encuentra de viaje en Estados Unidos.
Según pudo confirmar de fuentes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la avioneta salió de una estancia de Junín, en provincia de Buenos Aires, propiedad de Deutsch, y volvía al aeroparque Jorge Newbery, cuando se desplomó sobre el barrio La Isla, aparentemente por un desperfecto técnico.
En el lugar trabajaron 14 dotaciones de bomberos, seis ambulancias y efectivos de Defensa Civil, que atendieron a un total de 14 personas, seis de ellas con atención psicológica de urgencia.
Gustavo Andrés Deutsch fue un importante empresario que estuvo al frente de varias compañías, entre ellas Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA), que quebró luego de unas de las mayores tragedias de la aviación argentina, en la que murieron 65 personas.
"Andy" Deutsch, como era conocido, nació en 1936 en Praga, la capital de la entonces Checoslovaquia, y su familia decidió venir a la Argentina casi diez años después, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.
Su padre, Federico Deutsch, era dueño en Praga de la cadena de supermercados Te-ta, y, junto a otra familia checoslovaca, los Steuer, se propusieron traer el mismo modelo de negocios a la Argentina.
Así nació la cadena Tía SA, donde "Andy" se formó como un hombre de negocios, aunque luego llevaría esa experiencia hacia la industria aeronáutica. Años después se convirtió en el presidente de la empresa Industria Textil Argentina (INTA) y llegó a ser accionista de otras compañías en el país y en Colombia, Ecuador y Uruguay.
Después de pasar ocho años en Estados Unidos, hacia donde había partido en 1975 después de un intento de secuestro a un ejecutivo de Casa Tía, en 1984, "Andy" Deutsch recibió la empresa LAPA, con apenas dos aviones Saab de treinta plazas que hacían la ruta a Colonia, como parte de pago en la venta de unos campos de su familia.
Para "Andy", que se había formado como piloto, fue como un "sueño": tenía su propia línea aérea. Su objetivo era transformarla en una de las líderes del mercado en el país. Lo logró.
Sin embargo, la carrera empresarial de Deutsch quedó marcada cuando el 31 de agosto de 1999, a las 20:54, el vuelo 3142 de LAPA se estrelló en el aeroparque porteño "Jorge Newbery" dejando un saldo de 65 muertos y 34 heridos, en su mayoría de gravedad.
Deutsch quedó procesado por aquel episodio, aunque la justicia lo sobreseyó en 2010 y, finalmente, la causa prescribió este año, sin que se determinaran responsabilidades sobre los acusados.
El fallecido empresario adquirió LAPA en 1984, en parte de pago por la venta de un campo de la familia, aunque en aquel entonces la firma contaba con sólo dos aeronaves que cumplían la ruta a Colonia, Uruguay.
La firma creció por su política de bajas tarifas y en poco más de una década llegó a representar el 30 por ciento del mercado de la aviación comercial en Argentina y a convertirse en la principal línea completamente privada que ofrecía servicios en la región. La tragedia de Aeroparque marcó el final de la compañía, que presentó su quiebra en 2003.
"Soy el Saint-Exupéry argentino", afirmó Deutsch en la época de esplendor de LAPA para justificar su voluntad de manejar sin intermediarios la línea comercial, por la que contestaba personalmente los llamados telefónicos y firmaba los cheques por los sueldos de sus 1.200 empleados.
Actualmente, Deutsch era presidente de la empresa de aviación privada Tango Jet S.A. Deutsch solía utilizar un Cessna Citation los fines de semana para trasladarse con su esposa y sus cuatro hijos, dos de ellos mellizos, al campo bonaerense donde cribaba ganado Aberdeen Angus.
La aeronave, modelo Beech E 300 con matrícula LV WLT, pertenecía a la empresa Tango Jet SA, y tenía capacidad para 13 ocupantes. Según el relato de los testigos, la avioneta fue perdiendo partes de su estructura, que cayeron sobre las casas del barrio antes de que se produjera el impacto.
Ayer, los bomberos y personal de Defensa Civil buscaban en un gomón, restos de la avioneta que se estrelló en el lago central del barrio privado. Según se informó, los restos de la aeronave están esparcidos por todo el barrio.
El intendente de Tigre, Julio Zamora, indicó que la avioneta impactó primero contra una casa a la que le produjo un "daño menor" en el techo, tras lo cual se desplomó sobre la vivienda deshabitada.
Posteriormente, el combustible produjo una ráfaga de fuego que alcanzó a una tercer vivienda, aunque no hubo que lamentar más víctimas ni mayores daños, completó Zamora.
El jefe comunal de Tigre hizo además un "llamado" a las "autoridades de aviación civil" para que "revean" las "autorizaciones" que se otorgan en materia de vuelos, a fin de evitar la constante circulación sobre la zona de Nordelta.
En declaraciones periodísticas, Zamora explicó que el barrio La Isla, donde se produjo el accidente, "antes era un bañado, pero ha crecido en densidad de población exponencialmente", aclaró.
Una vecina de La Isla, de nombre Anabel, señaló, en diálogo con el canal C5N, que "es normal que continuamente pasen avionetas", porque está "el aeoropuerto de San Fernando cerca", en tanto otra, de nombre Mariela, relató a la misma señal que "se escuchó un estruendo tremendo, y enseguida se escucharon sirenas".
Otro vecino, Claudio Formica, reconoció en declaraciones a TN haberse sentido "sorprendido" porque la avioneta "venía volando muy bajo", aunque creyó que se trataba de una cobertura periodística de la "Carrera Sucia", una competencia que se desarrolla en Nordelta.
Formica contó que "se sintió una explosión terrible, y empezó el humo, el fuego, y la voladura de parte del avión sobre el lago".
El Ministerio de Salud bonaerense, a través de la Región Sanitaria V, se comunicó con el municipio de Tigre para "coordinar acciones" y ponerse a disposición de las autoridades locales.
El gobierno bonaerense informó que envió a La Isla una unidad del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias, además de la disposición de alerta del hospital provincial "Magdalena V. de Martínez", de la localidad de General Pacheco.
Absuelto en 2.010 por la tragedia de 1.999
Deutsch y el director general de LAPA al momento de la tragedia, Ronaldo Patricio Boyd, fueron absueltos en 2010 por el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por "estrago doloso" por la muerte de las 65 personas por prescripción de la misma.
La decisión fue confirmada en febrero de este año, pese a los reclamos de los familiares de las víctimas. En el juicio resultaron condenados Valerio Francisco Diehl, ex gerente de operaciones de LAPA, y Gabriel María Borsani, ex jefe de la línea 737, a tres años de prisión en suspenso por el delito de estrago culposo agravado. En setiembre de 2012, la Corte Suprema dejó firmes estas dos únicas condenas.
En los primeros años de gobierno de Carlos Saúl Menem , Deutsch tuvo una buena relación con el presidente. Eso quedó expuesto cuando puso de nombre a uno de sus Boeing 737 "Anillaco", en referencia al pueblo natal del riojano, y en agradecimiento a las "oportunidades" que el gobierno neoliberal le había dado a su aerolínea.
Sin embargo, esa amistad se quebró en los últimos años del gobierno menemista, cuando el presidente impuso altas cargas impositivas, entre ellos el impuesto docente.
"Antes de pagar 4 millones de dólares más de impuestos, prefiero mudar mi aerolínea al Uruguay", dijo "Andy" Deutsch a fines de 1998, al recibir el premio Konex, en una guerra declarada contra el gobierno.
Ocho años después, a fines de 2006, Deutsch volvió a relacionarse con el poder, pero desde su asiento de piloto. Según reveló entonces la revista XXIII, el gobierno de Néstor Kirchner contrató al ex dueño de LAPA en dos ocasiones para trasladar al mandatario a Bahía Blanca, con parte del gabinete, y más tarde desde Río Gallegos a Buenos Aires, junto a su mujer, Cristina Kirchner.