Los empresarios Hugo y Mariano Jinkis se entregaron a la Justicia tras permanecer prófugos tres semanas en el marco de la causa de corrupción en la FIFA.
A fines de mayo, la Justicia de Estados Unidos había reclamado el arresto con fines de extradición de Hugo y Mariano Jinkis, padre e hijo respectivamente y dueños de la empresa de marketing deportivo Full Play, por supuestamente haber aceptado pagar, junto con otro empresario, 110 millones de dólares en sobornos a cambio de los derechos de cuatro Copa América.
Ambos imputados llegaron a los tribunales federales de Buenos Aires junto a sus abogados y se dirigieron al juzgado de Claudio Bonadío, donde se pusieron a su disposición.
Después los empresarios salieron del edificio donde está el juzgado escoltados por personal de Interpol, con sus manos esposadas y cubiertas por prendas con el fin de ocultarlas de las miradas de los periodistas y fotógrafos que estaban presentes. Los Jinkis fueron introducidos en sendos automóviles para ser llevados a un lugar de detención del cual no se informó.
A la salida del juzgado, Jorge Anzorreguy, abogado del mayor de los Jinkis pero quien se refirió a la situación de ambos, dijo a los periodistas que a los acusados se les leyó “un acta en la que se les comunica que se ha solicitado su detención y que se va a estar a la espera de la documentación que remita Estados Unidos”.
Posteriormente, el abogado dijo que “hay que esperar”' que Estados Unidos "envíe la documentación necesaria para que las autoridades argentinas evalúen si es procedente o no (el pedido de) la extradición'', para lo cual éste debe cumplir con las garantías procesales pertinentes.
El juez decidirá dónde quedarán detenidos los empresarios mientras llega la documentación legal. Anzorreguy pidió para su defendido la prisión domiciliaria por tener 70 años y supuestos problemas de salud.
Los Jinkis deberán decidir si desean someterse a un juicio de extradición en Argentina o aceptan ser enviados a Estados Unidos. Abogados estadounidenses viajarán al país para entrevistarse con ambos de manera informal.
Un tribunal federal de apelaciones de Buenos Aires había rechazado el martes un pedido de los empresarios para quedar eximidos de prisión mientras se define el requerimiento de extradición.
Blatter ya tiene abogado, por las dudas
Todavía no apareció su nombre en la investigación que lleva adelante la Justicia estadounidense, pero igual prepara su defensa. Joseph Blatter, el presidente de FIFA que ya anunció que dejará el cargo pese a haber sido reelegido hace muy poco tiempo, contrató a un prestigioso abogado del país norteamericano para proteger sus intereses. El elegido es Richard Cullen, quien también representó a la ex esposa de Tiger Woods en el juicio de divorcio del golfista en 2010.
Blatter prefirió preparar el terreno antes de ser acusado. Por eso no escatimó en gastos y fue directo con un hombre experimentado y muy apegado a las esferas políticas en Estados Unidos. Cullen, ex fiscal general del Estado de Virginia, tiene excelentes relaciones con el director del FBI, James Comey, y acaba de organizar un evento junto al candidato presidencial Jeb Bush.