Con una nómina de lujo y un bellísimo escenario entre Argentina y Bolivia, la 38a edición del Rally Dakar larga el sábado en Buenos Aires con la participación del francés Sébastien Loeb, debutante de lujo en Peugeot, la marca francesa que busca poner fin al dominio de Mini.
En 2015, cuando retornó al rally después de 25 años de ausencia, Peugeot no pudo contrarrestar a la 'Armada Mini', que sale a la búsqueda del quinto título consecutivo en autos.
El catarí Nasser Al-Attiyah, defensor del título, así como su predecesor, el español Nani Roma, aparecen como los máximos favoritos y abanderados a defender los colores de la marca alemana.
Apenas concluido el Dakar-2015, Bruno Famin, el jefe de Peugeot Sport, advirtió que la marca del león volvería en 2016 "por la victoria y nada más".
Para ello, Peugeot se presenta con un nuevo activo bajo la manga: el nueve veces campeón mundial de rallys (WRC) Sébastien Loeb, acompañado por su exitoso copiloto, Daniel Elena.
Los otros tres buggys de la marca del león son pilotados como el pasado año por un trío que acumula 17 victorias: Stéphane Peterhansel, "rey" del Dakar con 11 títulos en su espalda (seis en moto, cinco en auto), el exmotociclista Cyril Despres (5 títulos) y el español Carlos Sainz (1 título).
Tras una prólogo el sábado de 11 kilómetros, el Dakar-2016 partirá de Buenos Aires el 3 de enero y tras recorrer territorio boliviano volverá a Argentina, donde la prueba concluirá en Rosario el 16 de enero.
La edición de 2016 tendrá poco más de 9.300 km de recorrido para motos, quads y camiones, y casi 9.600 para los autos.
En total se correrán 13 etapas, además del prólogo, y habrá una jornada de reposo en Salta el 10 de enero. El rally se disputará básicamente por territorio argentino, salvo las tres etapas en las que (en parte o en su totalidad) transiten por el salar de Uyuni, un clásico desde que la prueba pisa Bolivia (etapas 5, 6 y 7).
Perú y Chile por fuera
Tras la renuncia de Perú a albergar la prueba, anunciada a finales de agosto para poder concentrar medios en enfrentarse al fenómeno de El Niño, ASO, la organizadora del Dakar, apenas tuvo tres semanas para poder buscar un recorrido alternativo.
Perú se sumó a la baja de Chile, que a principios de abril decidió abandonar esta edición -por primera vez desde que el Dakar dejó África en 2009 para instalarse en Sudamérica- debido a las inundaciones en el norte del país.
Pese al improvisado recorrido, la organización ha introducido dos novedades para dar más espectacularidad a la prueba: una etapa maratón (entre jornadas 4 y 5) en la región de Jujuy en la que los participantes deberán dejar sus vehículos en un parque cerrado, sin posibilidad de asistencia mecánica, y salida simultánea en la 10ª etapa, entre Belén y La Rioja.
Una nueva versión que, según Peterhansel, podría adaptarse al pilotaje de Loeb. "Este es un Dakar mucho más técnico, menos complicado que los Dakar con desierto y dunas. Él debería hacerlo bien", anticipó 'Peter'.
Si los favoritos en auto saltan a la vista, entre las motos el panorama es diferente, porque por primera vez desde el 2005 no aparece un antiguo campeón, luego de que Despres se pasara a las cuatro ruedas, y el español Marc Coma se retira para convertirse en director deportivo del Dakar.
Tal vez el piloto de Honda, el portugués Paulo Gonçalves (segundo en 2015) o el español Joan Bort Barreda, puedan detener la serie de 14 victorias impuesta por KTM.
El constructor austríaco le apostará al australiano Toby Price o al francés Olivier Pain para continuar con el dominio. También hay que estar atento a la española Laia Sanz, que abandonó Honda por KTM después de finalizar novena el año pasado.