Se despiertan los fantasmas

Gimnasia volvió a jugar mal y abrió nuevas heridas. Pudo ser goleado por All Boys y la sacó barata porque Alasia tuvo una noche brillante. Terminó con nueve hombres. Bronca en el camarín. Hoy se reúnen Sergio Arias y Fernando Porretta.

Se despiertan los fantasmas
Se despiertan los fantasmas

Una sombra. El Lobo paseó su peor imagen por el Islas Malvinas de Floresta. Por eso cayó sin atenuantes ante All Boys y se despertaron viejos fantasmas. Además le cobraron tres penales - uno convertido, otro desviado y el último tapado por Alasia-. Increíble.

El equipo de Sergio Arias nunca pudo hacer pie. Lució desequilibrado y con grandes falencias defensivas. Expuso grietas por todos lados que nunca pudo solucionar. ¿Y si no cómo se explica que el Albo ya ganaba dos a cero antes de los 20 minutos y que ya le habían anulado un gol a los 13 segundos?. Sí.

La cancha se inclinó desde el inicio hacia el arco de Alasia, que volvió a ser el Alasia del Federal A y por eso no terminó en catástrofe. El dueño de casa contó con todas las facilidades posibles para marcar y hacer daño, hasta el mismo All Boys se sorprendió de lo mal que se paró Gimnasia en el terreno de juego. Inexplicable.

Más allá de los aspectos técnicos -cada jugador de Gimnasia estuvo asombrosamente muy lejos de cada uno de sus rivales-, se dio una enorme diferencia a la hora de buscar el partido. En cada pelota dividida y en cada jugada hombre a hombre, ganaba siempre un futbolista de la casa. No hay dudas que será un tema muy profundo para replantearse en la intimidad del plantel Mensana.

Los hombres del Toti siempre estuvieron a una velocidad menos, por lo que habrá que repensar el aspecto físico. De otra manera le será difícil progresar y encontrar regularidad al elenco del Parque.

Cuando el Lobo se despertó de los golpes e intentó reaccionar, ya estaba dos a cero abajo en el marcador. Lejos en los números, pero también en el desarrollo. Porque All Boys levantó un poco el pie del acelerador y aguardó expectante para ver qué podía mostrar Gimnasia en ofensiva. Y el Blanquinegro provocó muy poco en el campo de juego y mucho menos aún en el área rival. Apagado Oga y compañía, ninguno se salió del molde de la mediocridad.

La historia ya estaba escrita y fue resuelta en el primer tiempo. Todo lo demás fue un extra, estuvo demás. El complemento sólo sirvió para que Alasia ratifique que ha vuelto a su gran nivel y que con su gran noche sostuvo hasta el pitazo final de Giannini la ilusión de una remontada que jamás iba a llegar. De no ser por el portero de Corral de Bustos, el Lobo podía perder por una cómoda goleada. Y nadie podía objetar nada.

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