Una sombra. El Lobo paseó su peor imagen por el Islas Malvinas de Floresta. Por eso cayó sin atenuantes ante All Boys y se despertaron viejos fantasmas. Además le cobraron tres penales - uno convertido, otro desviado y el último tapado por Alasia-. Increíble.
El equipo de Sergio Arias nunca pudo hacer pie. Lució desequilibrado y con grandes falencias defensivas. Expuso grietas por todos lados que nunca pudo solucionar. ¿Y si no cómo se explica que el Albo ya ganaba dos a cero antes de los 20 minutos y que ya le habían anulado un gol a los 13 segundos?. Sí.
La cancha se inclinó desde el inicio hacia el arco de Alasia, que volvió a ser el Alasia del Federal A y por eso no terminó en catástrofe. El dueño de casa contó con todas las facilidades posibles para marcar y hacer daño, hasta el mismo All Boys se sorprendió de lo mal que se paró Gimnasia en el terreno de juego. Inexplicable.
Más allá de los aspectos técnicos -cada jugador de Gimnasia estuvo asombrosamente muy lejos de cada uno de sus rivales-, se dio una enorme diferencia a la hora de buscar el partido. En cada pelota dividida y en cada jugada hombre a hombre, ganaba siempre un futbolista de la casa. No hay dudas que será un tema muy profundo para replantearse en la intimidad del plantel Mensana.
Los hombres del Toti siempre estuvieron a una velocidad menos, por lo que habrá que repensar el aspecto físico. De otra manera le será difícil progresar y encontrar regularidad al elenco del Parque.
Cuando el Lobo se despertó de los golpes e intentó reaccionar, ya estaba dos a cero abajo en el marcador. Lejos en los números, pero también en el desarrollo. Porque All Boys levantó un poco el pie del acelerador y aguardó expectante para ver qué podía mostrar Gimnasia en ofensiva. Y el Blanquinegro provocó muy poco en el campo de juego y mucho menos aún en el área rival. Apagado Oga y compañía, ninguno se salió del molde de la mediocridad.
La historia ya estaba escrita y fue resuelta en el primer tiempo. Todo lo demás fue un extra, estuvo demás. El complemento sólo sirvió para que Alasia ratifique que ha vuelto a su gran nivel y que con su gran noche sostuvo hasta el pitazo final de Giannini la ilusión de una remontada que jamás iba a llegar. De no ser por el portero de Corral de Bustos, el Lobo podía perder por una cómoda goleada. Y nadie podía objetar nada.