Quizás no luzca como otros equipos de antaño, pero el hincha se siente identificado a partir del coraje y la entrega del plantel. Atlético Club San Martín ya está en la tercera fase del torneo y llega con jugadores en buen nivel, con Javier Villaseca en un momento intratable (todo lo que toca es gol) y con Damián Bastianini mordiendo por él y por todos, solo por señalar dos ejemplos.
Si hasta Matías Viguet, que subió a Primera este torneo, ya es reconocido por los hinchas como un Di María en potencia, por su parecido físico y su juego vertical. Pero, sin dudas, lo que más impresiona desde que comenzó esta Segunda Fase, es la multitud que acompaña al equipo en cada presentación como local. Ruge, impone condiciones desde afuera y regala espectáculos magníficos, como en los mejores tiempos del club en la B Nacional.
“Este presente del club se vive de una manera especial”, dice Matías Esquivel, encargado de prensa del club y periodista. Y agrega: “Esto es fruto de todo el esfuerzo realizado. Tenemos que agradecerle al hincha porque en las malas siempre está y ahora en las buenas ayuda a seguir. El hincha chacarero es impresionante”, confiesa.
En los últimos compromisos como local, el simpatizante acompañó en gran forma y hasta se hizo difícil encontrar un espacio en la zona de plateas donde sentarse. Por eso la Comisión Directiva decidió habilitar la Popular Norte, en desuso desde que los hinchas visitantes no van a la cancha. El estadio Libertador General José de San Martín, con una capacidad para 9 mil personas, contó con más de 7 mil almas alentando desde afuera. Decidieron que era tiempo de volver a copar el estadio con banderas, papelitos y mucho color.
El final, con fuegos artificiales iluminando la noche del Este (desde las inmediaciones del estadio) también fue parte de un espectáculo que habla de una sola cosa: de la ilusión de volver cuanto antes a ser protagonista en otras categorías.
“Luego de tantos pesares, el Chacarero está calibrando la mira de su teleobjetivo, ese objetivo es el ascenso. Palabra que, además de negársele por un buen tiempo, esta prohibida por estos lares. Las decisiones de Busciglio, las atajadas de Bonacci y los goles de Villaseca ilusionan a todo fanático albirrojo. Equipo hay, sueños también. ¡Que ruede la pelota entonces! (A nuestro favor...)”, dice Mauricio Castillo, otro reconocido simpatizante. Parece que no hace falta agregar nada más.