Los glaciares tropicales de Sudamérica desaparecen a causa del hollín y del aumento en la temperatura, lo que pone en riesgo el suministro de agua de comunidades que durante siglos han dependido de ellos. Los expertos dicen que el lento proceso, que se mide en centímetros de retroceso glaciar por año, también puede ocasionar una repentina y drástica tragedia.
El derretimiento de glaciares como el Pastoruri, de Perú, han hecho que ciudades como Huaraz, ubicada en la parte baja del glaciar, a unos 55 kilómetros (35 millas) de distancia, estén en riesgo de aluviones repentinos originados por lagos glaciares, algo que los científicos llaman GLOF (Glacial Lake Outburst Flood).
Un GLOF ocurre cuando las paredes débiles de un valle de alta montaña se colapsan por el peso del agua de deshielo de un glaciar. Ejemplos recientes incluyen el rápido desagüe del glaciar Ventisquero de Chile en 2013 en el parque nacional Bernardo O'Higgins, seis años después de que otro lago cercano prácticamente desapareció ahí.
Estos lugares están en la Patagonia. Pero si el lago glaciar Palcacocha colapsara, ocasionaría una inundación perjudicial, según expertos en Perú, como si fuera el primo pequeño y moderno del antiguo GLOF que se cree que abrió el canal de la Mancha.
“A medida que desaparecen los glaciares en el mundo, hay menos agua disponible para generar energía hidroeléctrica, y como recurso renovable para la agricultura y para consumo humano'', dijo Benjamin Orlove, profesor de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia en Nueva York.
“El retroceso de glaciares también ocasiona varios desastres. Laderas enteras se desestabilizan, ocasionando deslaves que se desplazan varios kilómetros y han destruido pueblos enteros''.
Benjamín Morales Arnao, director del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña de Perú, dijo que aunque los glaciares del país “son fuente de vida por sus recursos hídricos y su gran biodiversidad, también son fuente de catástrofes de origen glaciar''.
“La solución a largo plazo es que el mundo cambie a diferentes fuentes de energía, fuentes que sean renovables, fuentes que no emitan gases que provoquen cambio climático'', dijo Orlove. “A corto plazo tenemos que hallar adaptaciones, como instalar sistemas de alerta temprana para desastres en las áreas más vulnerables''.