De su futuro depende el de más de 1.400 familias mendocinas. La delicada situación financiera de Grupo Canale, dueña de dos plantas de la agroindustria Alco en Valle de Uco y otra en el Sur provincial y recién salida de un concurso de acreedores, sigue a la expectativa de que llegue un salvataje nacional de $ 150 millones, pero con plazos que para el Sindicato de la Alimentación se agotan por la prolongada suspensión de los trabajadores estables.
De hecho, luego de que desde el seno de la compañía señalaran que esta semana habría novedades respecto a la asistencia mediante el Fondear (Fondo para el Desarrollo Argentino), la falta de definiciones motivó que la diputada nacional Anabel Fernández Sagasti intermediara ante el Banco Nación para destrabar la liquidación.
Sin embargo, el sindicato advirtió que, de no cancelarse los sueldos antes del fin de semana, seguirá un plan de lucha que incluye una movilización. En tanto, el panorama muestra a su planta de Tunuyán con su línea de procesamiento de tomate a un ritmo de 2 días por semana y un grupo mayor de suspendidos: según Alimentación, se sumaron otros 30 en los últimos días.
Se trata de suspensiones quincenales renovables con 65% del salario. “Tenemos que hacer changas porque muchos no cobramos desde setiembre, no nos reconocieron la paritaria de este año y la suba de los precios complica la subsistencia. Pero tampoco podemos tomar una medida esperando una solución”, atestigua Ernesto que, con 15 años de antigüedad en Alco, es uno de los 200 trabajadores notificados.
La merma en la actividad por la falta de capital de trabajo obliga a Canale a disponer una menor dotación de personal, que en la planta de Tunuyán es inferior a la decena, al igual que en San Rafael. La mayor disponibilidad (cercana a 50 empleados) se encuentra en la de Cordón del Plata.
Para el secretario gremial Oscar Aciar, “acompañamos a la empresa para salir del concurso. Pero esto lleva varios meses y se viene una semana definitoria también por la complicada coyuntura política antes del balotaje”.
Al respecto, Aciar no dudó en afirmar que “si en los próximos días no se aclara el panorama (la empresa anticipó que los pagos se regularizarían a partir del martes 17), el gremio podría tomar una medida de acción directa”.
En medio de la crisis de la que espera salir con la ayuda del Fondear, la empresa, entre cuyos asesores está el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, toma sus recaudos legales. Es que, pese a todo, ya convocó a trabajadores para la nueva temporada, de acuerdo a la exigencia del Convenio Colectivo de Trabajo que la obliga a pagar al menos 15 días por campaña más allá de entrar o no en actividad.
En el medio se cruzan condiciones que obstaculizaron el giro de los fondos. Es que, antes de tomar la carpeta del Fondear para Canale, el Banco Nación fue uno de los acreedores del concurso al cual se acogió el grupo empresario en 2010, y desde el seno del directorio de la entidad, por ese antecedente, surgieron reparos al fideicomiso integrado para ese fin.
"Pagar sueldos es prioridad"
El gerente general de Alco, Roberto Lamm, fue el responsable de conducir el concurso que finalmente la Justicia homologó en abril último. Además, como accionista de la firma y uno de los firmantes del Fondear junto a Camilo Carballo, titular del directorio de Iamsa (Industrias Alimentarias Mendocinas), la SA propietaria constituyó con su patrimonio la garantía del crédito gestionado post-concurso.
“Todo está muy avanzado. Tenemos la certeza casi absoluta de que una vez firmado se efectivizará a más tardar la semana próxima. Con la primera transferencia, la prioridad es pagar salarios adeudados, pero el fondeo dará aire para poner el aparato productivo nuevamente en marcha, tener stock suficiente de hojalata y acondicionar fincas”, dijo el ejecutivo.
El convenio de asistencia pendiente de firma prevé desembolsar $ 150 millones en dos partes: $ 75 millones para que la compañía se ponga al día con salarios y aguinaldos (en principio, $ 20.000 por trabajador). El restante 50%, a proveedores de materia prima.
Según Lamm, la idea es reactivar de inmediato la línea de producción de tomate envasado en tetra en Tunuyán, y también la planta Catamarca. “Hay mercado para nuestros productos, sólo falta capital de trabajo”, aseguró.
Apuesta a capitales griegos
Otrora competidor en el mercado del durazno enlatado, actualmente Grecia es sinónimo de valor agregado para Canale. Un pacto comercial con "el principal exportador de ese país" (cuya identidad en Iamsa preservan celosamente) ha permitido al grupo argentino colocar, en distintos mercados, 80% de la fruta industrializada en Mendoza.
Hasta 2014 fue una alianza estratégica productivo-comercial. Desde allí se limita a comercializar las marcas Canale y Alco. Por eso, Iamsa espera el salvataje para planificar posibles exportaciones de la mano de su socio, que anualmente factura más de U$S 25 millones.
Esto, más allá de las dificultades del país europeo, que sufrió una fuerte devaluación.
