Monica Seles era número uno del mundo hace justamente 27 años. Corría el año 1993 cuando de repente, una persona del público decidió saltar a la pista para hacer algo insólito: apuñalarla.
Era un fan de Steffi Graf que solo quería ver a su ídola volver a la cima del ranking, pero que con su acto cortó de raíz la posibilidad de que Seles tuviese una carrera de época.
Monica pudo volver a jugar al tenis, pero nunca recuperó el nivel que le hacía estar por delante de Steffi. Aquel incidente, además, fue un antes y un después en la historia del tenis, ya que provocó que se extremase la seguridad en pista y se habilitase la presencia de guardias de seguridad cerca de los jugadores en cada descanso.