Surgen por mes 12 entidades solidarias

El registro de las anteriormente llamadas ONG crece en forma destacada este año en la provincia. Se trata de entidades sin fines de lucro únicamente dedicadas a colaborar con la comunidad en distintos ámbitos.

Surgen por mes 12 entidades solidarias

"Ayudar sin esperar recibir nada a cambio" es uno de los preceptos básicos de la solidaridad, un valor humano esencial para la vida en sociedad y que hoy celebra su Día Internacional.

Una de las formas en las que se manifiesta la solidaridad en nuestra provincia es a partir de organizaciones abocadas a colaborar con distintas problemáticas: pobreza, violencia, enfermedades, maltrato infantil, contaminación ambiental, entre otras. Muchas de ellas cuentan con voluntarios que brindan su tiempo desinteresadamente para ayudar a otros.

En la Dirección de Personas Jurídicas (DPJ) contabilizan aproximadamente unas 10.000 entidades sin fines de lucro (las antes llamadas ONGs) aunque no confirmaron si todas se encuentran en actividad.

Lo que sí han notado es un incremento en su creación en el último año: en 2016 se registraron 131 nuevas asociaciones civiles y fundaciones, es decir, un promedio de 10,9 por mes; y hasta el 22 de agosto de este año ya se habían inscripto 100, lo que daría un total mensual de 12,5.

Desde la DPJ precisaron que estas entidades son de distintos tipos: clubes de barrio, bibliotecas, comedores, merenderos, entre otras, y que si bien no tienen fines de lucro, no necesariamente todas persiguen un fin solidario. "Algunas se crean para canalizar actividades en beneficio de sus propios miembros y otras de terceros, es decir, con fines solidarios", explicaron.

Por otra parte, adelantaron que prevén que el número de asociaciones crezca aún más ya que han firmado un convenio para que los clubes barriales no tengan que afrontar los gastos operativos que supone estar inscriptos.

"Cumplen una función fabulosa y solidaria porque muchos chicos van sin pagar la cuota, lo que evita que estén en la calle", aseguró Raúl Romero, director de Personas Jurídicas.  También reconoció que hay organizaciones que funcionan "de hecho", sin personería jurídica. "No les interesa tener una estructura orgánica pero existen y cumplen una función importantísima", sumó el funcionario.

Para conmemorar el Día de la Solidaridad, Los Andes consultó a tres organizaciones que trabajan desde hace tiempo en la provincia y se abocan a diferentes áreas.

En el lugar del otro

Cuando su hija Tamara fue diagnosticada con leucemia, Omar Sánchez y Ana María Pavoni comenzaron a visualizar una problemática generalizada con las personas que padecían esta enfermedad y decidieron actuar al respecto "Empezamos a ver que las familias estaban muy solitas", recordó Ana María, a cargo de la organización. Así fue que a través de Facebook crearon "Hagamos algo por los chicos con leucemia", asociación que se amplió hacia otros horizontes y cambió recientemente su nombre por "Hagamos algo".

Hoy tienen personería jurídica y no reciben ningún tipo de subsidio. Además, cuentan con más de 200 voluntarios. "Todos tiene trabajo, familia y obligaciones. Son personas que no tienen nada que ver con la enfermedad, pero decidieron ponerse en el lugar del otro", remarcó la mujer.

A las organizaciones con personería jurídica hay que sumar a todas aquellas que nunca la gestionaron, pero que igual cumplen un rol solidario fundamental.

Para ella, la pasión que le ponen día a día termina enganchando a otros colaboradores. “Yo creo que el pueblo mendocino es sumamente solidario, pero que todavía tenemos que contagiar a más gente”, destacó. Y aseguró que muchos no colaboran por miedo: “Por eso es fundamental la transparencia, yo creo que la gente nos responde porque ve que su aporte llega a destino”, señaló.

Empoderar a la mujer

Abocados a dar solución a problemáticas sociales individuales, familiares y comunitarias en los barrios urbano-marginales del Oeste de la Ciudad, un grupo de profesionales creó en 1996 la Fundación Accionar. "Una persona nos donó una casa que fuimos remozando hasta volverlo un centro comunitario, un lugar de referencia dentro del barrio San Martín, donde funciona un CAE (Centro de Actividades Educativas)", recordó Vilma Jilek, titular de la entidad.

Con el tiempo comenzaron a observar un crecimiento en la violencia social y le sumaron un abordaje sobre violencia de género e intrafamiliar. “Tenemos una casa en Gutiérrez donde tenemos grupos de fortalecimiento, empoderamiento, acompañamos la búsqueda de empleo a las mujeres, entre otros”, enumeró la psicóloga.

Aseguró que en la entidad que dirige trabajan entre 25 y 30 personas y que son todos voluntarios: "Los únicos que cobran son los docentes y talleristas del CAE, a través de la DGE". Además reciben donaciones para poder mantenerse: "Siempre hay gente con buena voluntad que dona y así vamos zafando", confió.

Como es parte de una red de organizaciones sociales de todo el país, Jilek ha notado que ante algún pedido los mendocinos no dan una respuesta inmediata: “La gente no está tan dispuesta a ayudar, pero aunque cuesta finalmente llega, hay que insistir”. Para ella puede ser porque la gente previamente ha tenido malas experiencias. “Lo que sí vemos es un reconocimiento de la sociedad por lo que estamos haciendo”, destacó.

Mejorar el ambiente

Otra organización que trabaja en la provincia es Ciudadanos Anti Plástico de San Martín. Ellos comenzaron como organización entre septiembre y octubre de 2011, pero ya desde antes habían empezado a reunirse a recolectar botellas plásticas y otros materiales que la gente arroja en la vía pública. "Somos un grupo fijo de más o menos 15 personas. Hacemos esta actividad con mucho cariño y tratamos de concientizar a los demás", explicó Oscar Sívori, miembro del grupo. Para él, lo que hacen es devolverle al planeta todo lo que les brinda.

“Tratamos de darnos cuenta que vivimos en el desierto y que es fundamental seguir conservando nuestro ambiente”, remarcó.

Según su visión, ser solidario es tomar conciencia que hay otro al lado que puede necesitar ayuda. "Y no es solamente material, sino de tiempo, atención y cariño", enumeró Sívori. Él coincidió al señalar al pueblo mendocino como solidario pero temeroso. "Por ahí estamos atravesando momentos en que hay mucha violencia social enmascarada, lo que hace que las personas tengamos miedo", deslizó.

Por otra parte, aseguró que la solidaridad del mendocino es histórica. “El único ejército que liberó a tres países se gestó en esta provincia, eso dice mucho de nosotros”, cerró.

Doblemente solidaria

Paola Montenegro es voluntaria de dos organizaciones en nuestra provincia: la internacional YFU (Jóvenes para el Entendimiento, por sus siglas traducidas) y la local Mascoteras del Corazón. Ella explicó que el objetivo de la primera es erradicar los prejuicios y evitar la discriminación.

“Con este objetivo se realizan intercambios de jóvenes. Vienen chicos de afuera que se hospedan en familias locales y viceversa”, detalló.

En su caso, le toca reunirse con las personas que vienen del extranjero y con la familia local para comprobar que todo marche correctamente.

En tanto, la segunda organización se aboca a rescatar animales en situación de calle. “Para mí ayudar es un estilo de vida, si tuviera más tiempo ayudaría más”, aseguró. Para Paola, la mejor manera de colaborar con el otro es entregando su tiempo: “No todos necesitan el dinero”, cerró.

Día solidario

En el mundo. En el año 2000,  la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad, con el fin de promover y fortalecer los ideales de solidaridad en y entre las naciones, los pueblos y los individuos.

En la Argentina. En nuestro país, ese día conmemorativo se celebra cada 26 de agosto, ya que se toma como fecha simbólica  la del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.

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