La Paz fue un infiernillo, más allá del intenso calor vivido ayer a primeras horas de la siesta, sin otorgarse treguas, el pelotón se prestó para las reiteradas escaramuzas y los intentos de fuga.Y fue entre escapados, que Shania Competición logró el triunfo en la tercera etapa de la Vuelta de Mendoza imponiendo su 1 - 2.
Erguido sobre su cabalgadura, con los brazos abiertos, ingresando en solitario, el riojano Juan Molina Espinosa, con un tiempo de 3h 03’ 54”, se alzó con el primer lugar del parcial que unió La Paz, Santa Rosa y San Martín. A escasos metros, distancia suficiente para que la victoria se amplificara con el repiqueteo de los aplausos, José Luis Rodríguez subrayó lo realizado por el equipo del “Angelito” durante la tarde.
En el tercer escalón del podio, resistiendo entre los hombres que se animaron ‘tozudamente’ a defender la última fuga, el salteño Juan Salas le dio al Team Vivo (equipo Continental de Paraguay) la primera presencia en una premiación de esta Vuelta. Mientras que Joaquín García, con un esfuerzo mayúsculo, escapándole a la vorágine del pelotón, conquistó la primera sonrisa para el Cachita Competición.
Todos a atacar...
Antes del despegue de la prueba, en el cuidado circuito urbano en la cabecera paceña, Rodrigo Durán (Shania Frutos de mi tierra) le confío a Más Deportes: "Me estoy sintiendo bien, estoy trabajando con el equipo para defender nuestras posibilidades. Intentando acompañar a mi hermano (Alejandro) para disputar la Vuelta. Nuestra intención es atacar, salir a mostrar que estamos para más".
Y fue el mendocino el primer dueño de la malla líder del mejor comprovinciano, que puso la cara al viento en los giros previos a la Meta Sprint. El flamante papá de Giovanni Valenti (de nueve días) salió disparado, pero el pelotón no dejó progresar la intención de los cuatro hombres que estaban en punta.
En la puja por la malla de Metas Sprint, el chileno Gonzalo Miranda (Municipalidad de Guaymallén) se alzó con la bonificación, el sanrafaelino José Luis Rivera (Municipalidad de Pocito) apretadamente ingresó en el segundo lugar aventajando a Mauricio Quiroga (SEP San Juan).
Pero detrás del parcial, que se definió con un embalaje masivo, el pelotón mayoritario había sufrido un nuevo corte. Uno que llevaría preocupación a los “Bichos Verdes” porque virtualmente cedían la malla de líder de la general a Josué Moyano (de la formación Continental Municipalidad de Pocito). Camino a La Dormida, el 1’02” de ventaja se redujo a un pestañeo. Pero la cacería efectiva del pelotón respondía a afilar las armas para la segunda meta volante, que fue conquistada por la ‘Bestia’ Quiroga, secundado por José Luis Rivera y Héctor Lucero.
Sin mediar distancias, tal como ocurrió a la salida de La Paz, la carrera se prestó para un nuevo corte. Pero esta vez, Juan Salas (Vivo Team), Joaquín García (Cachita), el ‘Puma’ Rodríguez y Juan Molina (Shania) se lanzaron rumbo a la bandera cuadros.
Así gane
“Venía buscando una victoria” El ciclista de 19 años, oriundo de La Rioja, destacó luego de la ceremonia de premiación: “Decidimos jugarnos el todo por el todo y aguantamos la fuga, desde el inicio de la carrera habíamos planteado mostrarnos activos y fuimos protagonistas de varios cortes. Por suerte con el último pudimos llegar a la meta y dejar bien alto la casaca de Shania”.
“Había venido a Mendoza buscando una victoria de etapa y por suerte hoy se me dio, ahora iremos por más. Nuestra intención es apoyar a nuestros corredores con chances de disputar la general. Seguiremos trabajando intentando ser protagonistas”, finalizó.
Rubén Rojas, con algunos raspones
El sanrafaelino Rubén Rojas (Maderera López/Municipalidad de San Rafael) fue uno de los ciclistas que sufrió una caída cuando ingresaba en la zona de los tres mil metros finales.
El dueño de la malla, el mejor mendocino, le contó a Más Deportes: "Estábamos todos muy juntos, el pelotón venía rodando muy rápido; alguien frenó y quedamos enganchados varios corredores. Fue una caída múltiple, por suerte nos dieron el mismo tiempo del pelotón. Tengo algunos raspones y peladuras, pero gracias a Dios no hay una fractura que lamentar".