Los desprendimiento de tierra posteriores al grave terremoto que azotó el suroeste chino el domingo, así como las lluvias que persisten en la región afectada complican hoy las tareas de rescate y la llegada de medicinas y ayuda humanitaria.
Las telecomunicaciones y el transporte son los problemas más urgentes por resolver en la zona, donde murieron 398 personas y más de 1.800 resultaron heridas, informó hoy la agencia de noticias Xinhua, citada por EFE.
Las autoridades confirmaron, no obstante, que en las últimas horas los equipos de rescate, formados por más de 20.000 militares, policías y bomberos, rescataron a decenas de sobrevivientes entre los escombros en el condado de Ludian, donde se registró el epicentro del terremoto.
Entre ellos, se encuentra un niño de 5 años que fue rescatado en los dos primeros días junto a 32 personas más, confirmó Xinhua, que alerta de la formación de lagos a causa del terremoto que inundaron una veintena de casas.
Muchos sobrevivientes esperan la llegada de medicinas o comida en caminos fangosos y aguantando temperaturas que caen durante la noche.
"El transporte está totalmente cortado. No tenemos más comida, cada vecino tiene sólo una papa", señaló anoche el jefe de un poblado ubicado en el condado de Ludian.
Los equipos de médicos se quejaron de la falta de provisiones para atender a los heridos en los hospitales de campaña instalados en la zona afectada y trasladar a mejores centros a algunos de ellos que necesitan operaciones urgentes.
El primer ministro, Li Keqiang, instó a los equipos "que no cesen la búsqueda de sobrevivientes y desaparecidos" al llegar ayer al lugar donde se registró el epicentro del terremoto, tras caminar 5 kilómetros.
Según las autoridades meteorológicas, se esperan lluvias torrenciales para los próximos días que pueden causar mayores desprendimientos de tierra y dificultar aún más el trabajo en la zona.
Expertos geológicos también advirtieron sobre la posibilidad de fuertes réplicas.
Hasta la tarde del lunes, la Administración Sismológica de China había registrado hasta 467 réplicas en la región, cuatro de ellas de una magnitud de entre 4 y 4,9 grados en la escala de Richter.
El Gobierno central anunció ayer una dotación de más de 97 millones de dólares para las tareas de rescate, los equipos médicos y para cubrir todas las necesidades de los afectados, mientras enviaron aviones y helicópteros a la zona para abrir rutas alternativas de transporte de provisiones.
También se están utilizando aviones no tripulados para poder calcular los daños y el estado de los residentes en zonas remotas.