Se avecinan cambios en el Mercosur

Brasil y Uruguay, en sintonía con Paraguay, se encaminan a modificar reglas del Mercosur con el fin de buscar acuerdos comerciales más amplios, en forma individual, por fuera del bloque.

Se avecinan cambios en el Mercosur

En esta columna hemos seguido con atención lo que ocurre con el funcionamiento del Mercosur y las relaciones  con los países que lo integran, en especial con Brasil y Uruguay. Hemos dicho que el Mercosur ha ido perdiendo importancia, es prácticamente un proyecto fallido, que los vecinos citados se distanciaban cada vez más de nuestro país.

También hemos destacado que era un error de la política exterior no tener buenas relaciones con ellos, esas malas relaciones han tenido y tienen altos costos para la Argentina, más aún para nuestra provincia.

En oportunidad del proceso electoral en Brasil, que terminó con el ajustado triunfo de Dilma Rousseff sobre el opositor Aecio Neves, llamábamos la atención sobre las ideas de los asesores económicos de este último que proponían lisa y llanamente abandonar el Mercosur, sobre todo sacarse de encima el “lastre” de la Argentina.

En forma más moderada, estas ideas eran compartidas por el partido gobernante, que ahora ha asumido buena parte del programa económico de la oposición.

Respecto de nosotros, el cuestionamiento central fincaba en que nos habíamos convertido en un estorbo para la concreción de acuerdos comerciales con la Unión Europea y otros bloques o países importantes. Estrategia que debía seguir Brasil, convertido ya en uno de los grandes países emergentes.

Con respecto a Uruguay, la situación era similar; recordemos el largo conflicto por la pasteras, el corte por largo tiempo de uno de los puentes que nos comunican y las contundentes expresiones de sus ex presidentes. Uruguay también quiere buscar acuerdos comerciales más amplios y, como Brasil, hacerlos con o sin la Argentina.

Nosotros, enfrascados en una campaña electoral chata y corta de vista, con un gobierno que viró bruscamente hacia el otro lado del mundo, acuerdos pocos claros con China y Rusia, parece que hemos perdido importancia en la región.

En síntesis Brasil y Uruguay se encaminan a producir cambios muy importantes en las reglas del Mercosur, con finalidades muy precisas, abrirse al mundo con tratados amplios del libre comercio.

Al respecto, son muy claras las declaraciones efectuadas por el canciller uruguayo, quien ha dicho que hay consenso entre los países del Mercosur, pese a “dificultades en algunos”, para posibilitar acuerdos por fuera del bloque; este es el cambio fundamental que persiguen (actualmente los países no pueden negociar fuera del bloque).

Ha dicho que Brasil, Paraguay y Uruguay están en la misma sintonía, flexibilizar el Mercosur para que “se incorpore a los grandes flujos comerciales del mundo, ya que ahora el bloque mueve solo 1% de ese flujo”.

El Partido Colorado, la oposición al gobierno de Tabaré Vázquez, coincide con el gobierno sobre la importancia de impulsar el acuerdo Mercosur-UE. La posición de Uruguay es que si no se puede avanzar en conjunto se permita que cada uno avance por su cuenta; la teoría denominada del Mercosur de “dos velocidades”, unos irán más rápido que otros.

En el caso de Brasil el asunto aparece más contundente aún, por el rol que está desempeñando el destacado intelectual y ministro Roberto Mangabeira Unger, quien ocupa la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de Brasil. Mangabeira, filósofo del derecho, profesor en Harvard del presidente Obama, ya ocupó ese cargo en el gobierno de Lula, luego se alejó del gobierno y ahora ha vuelto llamado por Dilma.

Este funcionario aboga por una revisión de fondo de la política exterior brasileña, empezando por el Mercosur. Sugiere la suspensión temporal del Arancel Externo Común, para que Brasil pueda hacer acuerdos bilaterales con otros socios internacionales.

Textualmente ha dicho “estamos inhibidos de buscar un acuerdo cada vez más importante para nosotros, debido a los problemas de la economía argentina. Sin un plan, estrategia o modelo común, el Mercosur es un cuerpo sin espíritu”.

Agrega Mangabeira que junto con América del Sur, “que es nuestra casa”, los EEUU son la principal prioridad de la política exterior. Allí se dan, en su opinión, las tres principales bases potenciales para una alianza con los americanos: profunda afinidad, economías complementarias y fortalecimiento constante de China.

El funcionario es muy crítico de la forma que adquiere el comercio exterior con China, considerando que se trata de una regresión cualitativa de la estructura productiva del Brasil.

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