El viernes 9 de mayo, Teresa Vargas (69) fue asesinada por su esposo en su casa de Maipú. Casi tres meses después, el 3 de agosto, Débora Gómez (23) murió como consecuencia de una grave golpiza por parte de su marido, en San Rafael. Nueve días más tarde, María Cristina Valdez (59) fue maltratada y abusada, también por su pareja. Falleció como consecuencia de los golpes que el homicida le propinó, en su vivienda de Rivadavia.
Ese mismo mes, el jueves 21, Mariana Roby (45), perdió la vida luego de que su ex le disparara de manera letal mientras ella se encontraba en su puesto de trabajo.
Lejos de terminar allí, este año, los casos de violencia extrema contra las mujeres continuaron. El domingo 26 de octubre, a Susana Ferreyra (51), los médicos del hospital Central tuvieron que realizarle una sutura de 48 puntos en su rostro, que quedó desfigurado luego de que su ex pareja intentara matarla después de quemarla con agua hirviendo.
El viernes pasado otro hecho cruel causó conmoción, cuando Jennifer Rojas (19) tuvo que ser atendida de urgencia tras ser apuñalada en el abdomen por su concubino en la casa que compartían en Maipú. El domingo pasado, Paula Vázquez (40) también tuvo riesgo de muerte debido a la herida profunda que su ex novio le propinó en el cuello con un arma blanca. El hecho ocurrió en Godoy Cruz.
La problemática sigue siendo grave a pesar de las campañas de prevención y concientización. De hecho, las agresiones contra mujeres continúan generando alerta y preocupación.
Los hechos se producen de manera más violenta, ocasionando, inclusive, la muerte de las víctimas en manos de sus actuales o ex parejas, mientras que los pedidos de ayuda en las áreas que abordan la temática se multiplican, al punto que todo esfuerzo parece escaso.
Las líneas de emergencia como así también las oficinas destinadas a guiar y contener a las víctimas aparecen saturadas. Los profesionales y entidades civiles dedicadas a contener a las mujeres en riesgo aseguran incluso, que los pedidos de auxilio van en aumento e insisten en la urgencia de aceitar los procedimientos judiciales y estatales para evitar que más femicidios y ataques hacia mujeres se produzcan en Mendoza.
Desde la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad del Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos coinciden en que se trata de una situación muy compleja. “Las consultas por violencia contra las mujeres han aumentado a nivel nacional y provincial. Todas las áreas están desbordadas”, confirma María Laura Palero, titular del área.
Más de 1.550 femicidios
En el país, una entidad que trabaja en defensa de los derechos femeninos denominada La Casa del Encuentro -con sede en Buenos Aires- publicó el libro “Por Ellas, cinco años de Informes de Femicidios” (2013). En esa publicación, basada en una recopilación de datos extraídos de notas periodísticas referentes a casos concretos, las cifras son elocuentes.
Entre los años 2008 y 2012, 1.223 argentinas fueron asesinadas, de las cuales 52 eran mendocinas. En esos años, al menos 1.520 hijas/os se quedaron sin su madre, de los cuales, 65% son menores de edad. En el mapa nacional, nuestra provincia aparece como la séptima en cantidad de femicidios en ese período.
Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Salta, Santiago del Estero y Misiones se ubican en ese orden como las jurisdicciones que anteceden a la nuestra y registran una mayor cantidad de asesinatos contra mujeres.
En 2013, el mismo informe da cuenta de 295 ataques mortales a nivel nacional, que fueron perpetrados en su gran mayoría por parejas, amantes, esposos y novios mientras perduraba la relación o bien, luego de haber concluido el vínculo. Esos mismos datos dan cuenta de que al menos una mujer es asesinada en Argentina cada 30 horas.
En la provincia, durante el año pasado murieron diez mujeres en manos de la misma persona con la que habían compartido largos años, convivieron, se casaron (o no) y tuvieron a sus hijos.
Fabiana Tuñez, titular de La Casa del Encuentro, visitará la provincia esta semana para presentar su libro. La cita será este miércoles y jueves, a las 18 y 17 horas respectivamente, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
En comunicación telefónica con Los Andes, Tuñez destacó que la violencia contra las mujeres no es exclusiva de un sector de la sociedad. De hecho, advirtió, atañe a “todos los niveles sociales y económicos”.
Desde el punto de vista de la coordinadora de la entidad, a diferencia de otras concepciones que atribuían el maltrato a un tipo de perfil masculino violento, hoy es necesario generar conciencia acerca de la existencia de patrones culturales muy arraigados socialmente, donde se considera a la mujer como un objeto de pertenencia.
“El varón violento no es un enfermo. Es una persona que necesita poseer y controlar, que considera el vínculo de pareja como una relación de poder, donde se concibe a la mujer como una posesión, una pertenencia”, aclara Tuñez.
Ataques "por encargo"
En la Fundación Accionar -entidad local- cuentan con un programa destinado a contener, proteger y brindar asesoramiento y tratamientos a las mujeres que son o han sido blanco de la violencia en sus diferentes formas (física, sexual, psicológica, económica o simbólica).
Su titular, Vilma Jilek, asegura que allí los pedidos de ayuda son constantes todos los días. “Hoy por la mañana -por el jueves- recibimos cuatro situaciones nuevas. Los delitos que se cometen son cada vez más graves”, destaca y alerta que muchas veces las víctimas tienen mucho miedo debido a los ataques y amenazas que reciben por parte de terceros “a pedido” de los propios agresores.
Esa modalidad, aclara Jilek, se ha visto incluso en los casos en los que el victimario está preso, hospitalizado o con prohibición de acercamiento otorgada por la Justicia. Jilek ejemplifica: “A una señora que atendimos hace muy poco le atacaron en su casa unos hombres. Le robaron el celular y dinero que tenía guardado en un sitio específico. Los únicos que sabían sobre eso eran ella y el marido, del cual se separó. Venía con el rostro desfigurado debido a la golpiza que recibió. Todo indica que fue su ex quien encargó el ataque”.
Pedidos de auxilio
En la actualidad, Accionar se encuentra abordando al menos 80 casos específicos. Las mujeres llegan muy lastimadas, desorientadas, aisladas del entorno social, sienten mucha culpa y por lo general tienen su autoestima deteriorada debido al padecimiento que, en silencio, soportaron a puertas cerradas, en el interior de su hogar. En algunos a casos, ellas han intentado suicidarse.
Por eso, el acompañamiento que realizan los profesionales de esta fundación es clave. Las terapias se focalizan hacia un redescubrimiento del “yo” y a recuperar poco a poco, todo aquello que les fue negado. También reciben orientación desde el punto de vista legal. “Hay muy poco conocimiento por parte de las víctimas. Denunciar el maltrato es un derecho que por lo general no saben que tienen”, destaca Raquel Blanco, asesora legal de la fundación.
Deudas pendientes
Hace cinco años, Argentina promulgó una ley histórica; la N° 26.485, que establece una serie de pautas y mecanismos de acción para prevenir, erradicar y abordar la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos donde ésta se desarrolla. Sin embargo, pese a que en la actualidad este fenómeno -además de estar legislado- es más visible que en otras épocas, aún queda un largo camino para frenarlo.
Que las medidas penales hacia los agresores se tomen con rapidez; que en las fiscalías, comisarías y juzgados, el personal esté debidamente preparado para que no se produzca una revictimización de la mujer (esto se evidencia cada vez que se la cuestiona, se hacen gestos o se comenta algo sobre su persona, dejándola una vez más como la ‘culpable’ de su situación mientras intenta pedir ayuda) y que se ponga freno a las conductas que reproducen la violencia en todas sus formas, son algunas de las necesidades que existen y no pueden seguir postergadas.
Sociedad patriarcal
Desde el punto de vista de Leandro Ferron, de la Asociación de Varones Antipatriarcales, es muy importante comenzar a desterrar aquellas maneras de concebir los vínculos relacionales desde un concepto de posesión hacia el otro. Ocurre que si bien las mujeres en la actualidad ocupan espacios de la vida social, política y laboral que antes le eran negados, la sociedad sigue aplicando parámetros patriarcales. “La estructura se sigue manteniendo y eso termina afectando a las relaciones interpersonales. Los varones seguimos obteniendo ciertos ‘privilegios’ por el solo hecho de ser varones”, analiza.
Según la teoría de género que plantea la existencia de la estructura patriarcal, la mujer es concebida como quien tiene a cargo el cuidado de los hijos y las tareas hogareñas, mientras que el varón es el dueño de la vida pública. “Los problemas surgen cuando la mujer quiere dejar de cumplir esa función que le fue asignada, incluso antes de que naciera”, considera Ferron.
Pese a que estos roles en la actualidad pueden o no ser más compatibles, Ferron detalla que en lo cotidiano, los hombres continúan considerando a su pareja como una parte más de su propiedad privada. “Cuando esta concepción sea desterrada las cosas van a empezar a cambiar”, dice.
Animarse, el primer paso
Frente a un hecho de violencia, además de efectuar la denuncia penal es importante que la mujer se acerque a la sede del Juzgado de Familia más cercano a su domicilio para tramitar la prohibición de acercamiento, una medida destinada a resguardar la integridad de la víctima y sus hijos. Raquel Blanco, asesora legal de la Fundación Accionar, aclara que para realizar este trámite no es necesaria la intervención de un abogado. Sí se necesita llevar a dos testigos y los antecedentes de violencia que pudieran estar documentados, como grabaciones, denuncias previas en la oficina fiscal.
Con esa orden, la mujer debe ir a la Policía y la medida se hace efectiva, explica Blanco. “Es muy importante además que las víctimas de violencia se animen a comentar su problema a alguien con quien tenga confianza”, recomienda. Algunos números útiles son: línea 144 (las 24 horas todos los días); 4284828 - 4284746 (de 8 a 14); 0800-333-4098 (Fundación Accionar).
Plan de seguridad
Si teme un próximo ataque esté preparada y tome estas medidas:
Bolso. Téngalo preparado y escondido con los documentos, dinero que pueda juntar, ropa, llaves, medicamentos o cosas que le harán falta a usted o sus hijos si sale de su casa por emergencia.
Documentos. Considere si hay objetos o papeles de valor que deben ponerse a salvo. Puede dejárselos a alguien de confianza para que los guarde. Saque fotocopias de papeles importantes, escrituras, datos bancarios, recibos de sueldo, inversiones, etc.
Ayuda. Tome nota de todo lo que pueda averiguar: números de cuentas de banco, patentes de auto o direcciones, que puedan ser útiles si se inicia un juicio.
Escape. Cuando sienta que se aproxima una explosión de violencia huya antes de que suceda. Usted no tiene que soportarlo. La situación no mejorará mientras usted esté ahí para ser golpeada.
Lucidez. Evite tomar pastillas tranquilizantes o para dormir como así también drogas o alcohol. Necesita estar alerta y lúcida para pensar, decidir y protegerse.
Planear una ruta de escape. Esto le ahorrará tiempo en caso de que tenga que salir.
Bajo llave. Esconda los siguientes artículos en un lugar seguro y de fácil acceso en caso de necesidad, o con un amigo o con algún pariente en el/la cual confíe: copia autenticada de la orden judicial de protección policial; un juego adicional de llaves de la casa y del auto; documentos importantes incluyendo DNI, licencia de conducir, pasaportes, certificados o partidas o libretas de nacimiento, de matrimonio, de familia, del banco; papeles de inmigración, registro o certificados de vacunas y registros o libretas de las escuelas de los niños y de estudios. Título o escrituras o contratos de autos, hogar, propiedad, inversiones, alquiler, seguros, tarjeta de crédito.
Importante. Lleve medicamentos necesarios para usted y sus niños; certificados médicos, ropa, carnets de la obra social, agenda de direcciones, fotografías o cualquier documento que demuestre antecedentes de maltrato.
Ahorre dinero. Tal vez lo necesitará cuando se marche. Usted tiene el derecho de sacar dinero de cualquier cuenta de cheques o de ahorros que esté a nombre de los dos. Junte todo el dinero que pueda, venda o empeñe bienes, pida prestado o un adelanto en el trabajo. Quédese con el auto o los bienes que le puedan ser útiles en una emergencia.
Registro. Mantenga una lista de las amenazas o confrontaciones físicas. Tome fotografías de la evidencia.
Recuerde. Tiene el derecho de llevarse a sus hijos cuando escapa de una situación abusiva, o puede regresar por ellos más tarde. A usted no se le puede acusar de abandono de hogar cuando deja a sus niños al escapar de una golpiza.