Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
Desde que el gobierno argentino dejó de lado el equilibrio fiscal y se lanzó a aumentar el gasto financiado con emisión monetaria, se inició un camino constante de pérdida de competitividad del tipo de cambio.
Aunque el gobierno lo niegue, es la emisión monetaria descontrolada la que genera la inflación, pero esto se generó justo cuando el gobierno quiso congelar el tipo de cambio como ancla contra la inflación. Fue a partir de 2010 que se agudizó la pérdida de competitividad del tipo de cambio que afectó a la mayoría de las economías regionales.
A la par de la pérdida de competitividad por inflación, las monedas de nuestros vecinos se han venido devaluando frente al dólar, afectando aún nuestra competitividad, tanto en comercio regional como cuando vamos a competir a terceros mercados, como nos ocurre con Chile o Brasil.
En el último tiempo, y con una inflación muy alta, sólo hubo una recuperación parcial cuando Juan Carlos Fábrega dispuso una devaluación del 23%, pero rápidamente se diluyó por el traslado de dicha devaluación a la inflación. Al contrario, nuestros países vecinos que han devaluado sus monedas no han tenido traslado a precios, lo que les ha permitido ganar en competitividad real.
Un reciente informe de la consultora Economía & Regiones da cuenta de que, como consecuencia de aquella devaluación de enero de 2014, el Tipo de Cambio Real (TCR) entre el dólar y el peso saltó de 1,07 a 1,23, pero la posterior inflación frente a un dólar quieto hizo que se diluyera esa ventaja marginal que se había conseguido.
Esta pérdida hizo retroceder el TCR que, según cálculos de la consultora, estaría en niveles de 1,04, similares a los de la convertibilidad.
Pero el informe es más contundente cuando se hace la comparación con las monedas de la región. En éste, el reporte indica que Brasil fue el país de la región que más devaluó su moneda ya que desde enero de 2011 hasta la fecha el real acumula una devaluación del 57,9%, seguido por Colombia, que lo hizo en un 27,8%, Chile, un 27%, Uruguay un 25%, México un 21% y Perú un 7,5%.
Dado que las devaluaciones no tuvieron un traslado importante a precios, todos estos países tuvieron una importante ganancia de competitividad. Así, Brasil la mejoró un 33%, Colombia un 20%, Chile un 17% y México un 10%. Por el contrario, Argentina, merced a la inflación, se volvió más cara un 15% en dólares.
Los interrogantes se abren ahora respecto de lo que pueda pasar en 2015. Con una inflación proyectada del 30%, si el Banco Central persiste en mini devaluaciones que no compensen la inflación, las consultoras calculan que a fin de año Argentina podría tener un Tipo de Cambio Real un 10% más caro que en 2001.
Reorientar la economía desde estos parámetros no será fácil pero habrá que hacerlo para reactivar el aparato productivo y recuperar inversión y empleo.