El paro por tiempo indeterminado convocado por la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles fue contundente ayer en todo el país y Mendoza no fue la excepción.
La medida de fuerza impactó sobre todo en el sector que trabaja en el envasado y distribución del gas, por lo que hubo varias escuelas afectadas y cientos de familias que no tuvieron la posibilidad de calentar sus hogares ni cocinar o tomar una ducha caliente. Los comedores, merenderos y diferentes centros destinados a la atención de los sectores más vulnerables también vieron perjudicada la prestación de sus servicios.
Las tratativas en el marco del reclamo por mejoras salariales continuarán hoy en el Ministerio de Trabajo de la Nación (Buenos Aires), órgano que debe interceder entre el sindicato y las empresas prestatarias. Mientras tanto, se presume un panorama incierto a nivel local hasta tanto las partes no lleguen a un acuerdo.
"Si no se soluciona rápidamente este inconveniente, la situación se agravará aún más mañana", aseguró Andrés Cazabán, jefe de Gabinete de la Dirección General de Escuelas (DGE) y advirtió que en la provincia hay 540 colegios que funcionan en 426 edificios que no cuentan con gas natural.
El funcionario adelantó que a las 13 escuelas que ayer tuvieron que suspender las actividades debido a la falta de gas, es seguro que hoy se sumen diez más. Ocurre que en muchos casos, los establecimientos necesitan cargar un Zeppelín para poder calentar las aulas y no es seguro que los camiones que trasladan el combustible lleguen a la provincia hoy.
El argumento de los trabajadores para concretar la huelga reside en la necesidad de mejorar los salarios, que -según detallaron sus representantes- están precarizados. También solicitan mejoras en las condiciones laborales.
Lo cierto es que en los barrios más pobres, donde se carece del servicio de gas natural, las consecuencias fueron graves. "Estoy haciendo lo posible para que no se termine la garrafa, porque de lo contrario se complica mucho para conseguirla", aseguró Lorena, una mamá que vive en un asentamiento de Maipú. La mujer comentó que allí fue posible abrir un merendero para ayudar a las familias más necesitadas. Pero ahora este servicio ha dejado de funcionar. "Sin calefacción y con este frío no se puede estar. No tenemos manera de cocinar si no es con fuego", explicó.
Al igual que muchas otras familias, las setenta que viven en esta barriada no pudieron conseguir gas ayer y por lo tanto, se calefaccionaron con fuego o carbón.
Ayer, el ministro de Desarrollo Social, Cristian Bassín, informó que en el Este provincial, 12 hogares de contención de ancianos y niños, no pudieron prestar sus servicios por falta del combustible hogareño.
En ese contexto, el fiscal de Estado Fernando Simón interpuso ante la Justicia provincial una medida autosatisfactiva para garantizar que el servicio no siga quedando resentido para niños y adolescentes e instituciones como escuelas, hospitales y hogares de ancianos. El pedido para dar lugar a este recurso había sido elevado por la DGE y el Ministerio de Desarrollo Social.
En forma paralela, la Dirección de Defensa del Consumidor inició una acción de amparo en la que exige que se garantice como mínimo el 35% del recurso humano necesario para restablecer el gas envasado y que se provea al menos el 50% del servicio en no más de 24 horas.
Situación crítica en el Este
La falta de gas también se hizo sentir en las escuelas y estaciones de GNC de la zona Este. "Hay escuelas en las que la reserva sólo llega al 10 o 15% y creemos que si no hay una solución se van a seguir sumando establecimientos sin clases", dijo Julio Barrera, delegado en la región de la DGE, quien detalló que ayer hubo tres escuelas en la zona sin clases por este motivo, en Desaguadero, Rivadavia y Alto Salvador, San Martín.
Barrera señaló que nuevos colegios tendrán que cerrar sus puertas, como la del pueblo de Philipps, en Junín y subrayó la situación de las escuelas albergue de la región.
"Es casi un hecho que si no reciben gas, la semana que viene ninguna de ellas tenga clases". En Santa Rosa, el intendente Sergio Salgado criticó el paro y pidió rever la medida de fuerza. "Tengo diez escuelas que no están conectadas a la red y que dependen del gas envasado. Hoy están dando clases por la voluntad de los maestros y de los papás".
Estaciones de GNC y taxis
Si bien el paro afectó ayer a las plantas de envasado y distribución de gas, algunas estaciones de GNC vieron afectado su servicio debido a la escasa llegada de combustible. Así, en el Este provincial se vieron largas colas de vehículos esperando su turno para cargar. "Hace dos horas que estoy esperando para cargar y todavía no llego", contó Ariel, cerca de la GNC de calle Las Heras, en San Martín.
En tanto que desde diferentes estaciones del Gran Mendoza aseguraron que la provisión fue normal. "Ayer -por el miércoles- nos dieron la orden de cerrar algunas horas pero después abrimos. A nosotros el paro no nos ha afectado", aseguraron desde la estación de servicio Los Nogales, de Ciudad.
En algunos casos, el problema más frecuente es la falta de presión: "Si bien hasta ahora no hemos tenido inconvenientes, en la noche el gas llega de manera más lenta", indicaron en la estación Asfalia, de San José, Guaymallén. Desde la Shell, ubicada en La Consulta, como así también en la estación Gran Libertador ubicada en calle Rodríguez Peña, destacaron que la situación fue estable.
Así, la posibilidad de cargar gas estuvo disponible para usuarios y empresarios de transporte. "En el caso de los taxis, el paro no ha afectado el servicio, pero esto no significa que mañana -por hoy- no nos veamos afectados", detalló Fernando Sáez, titular de la Asociación de Propietarios de Taxi de Mendoza (Aprotam).
