Con un cepo más duro que el del kirchnerismo, el Gobierno logró calmar el frente cambiario con el dólar en los 63,35 pesos e incluso el Banco Central pasó de vendedor neto a comprar 260 millones de dólares en una semana. Pero ahora se abrió otro desafío: la recaudación está en caída libre.
Ayer la AFIP comunicó que en setiembre alcanzó los 446.171,8 millones de pesos, un 42,8% más en términos nominales que un año atrás. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), significó una caída real del 5,9%.
Con estos números, se espera una caída del total de recursos tributarios de 0,45 puntos porcentuales del PBI respecto a 2018, indicó el Iaraf. Un rojo de aproximadamente 318 mil millones de pesos.
La baja de los ingresos fiscales estuvo motorizada por dos factores: la recesión, que se profundiza; y el impacto de las medidas electorales que tomó en agosto Mauricio Macri tras la dura derrota en las elecciones primarias.
Por el ahogo que la recesión y las decisiones oficiales están generando, el Ministerio de Hacienda volvió a autorizar el financiamiento del Tesoro con emisión monetaria, algo que había sido prohibido por el FMI el año pasado.
El Banco Central emitirá y pasará al Tesoro nada menos que 400.000 millones de pesos, el máximo legal. Este dinero será tomado por el Ejecutivo en concepto de adelantos transitorios, según la modificación que firmó el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Con parte de este dinero el ministerio de Hacienda cubrirá los 31.250 millones de pesos de ingresos no percibidos por el recorte de IVA y Ganancias. Esa plata, previó inicialmente el Gobierno, la iban a poner las provincias. Pero un fallo de la Corte Suprema de Justicia exigió que no se afecten los recursos coparticipables.
Ya en agosto el Tesoro había tomado 200.000 millones de pesos del Central. Eran utilidades de la entidad con las que se compraron dólares para que el Gobierno pague vencimientos a acreedores privados.
Ayer, el jefe de la AFIP, Leandro Cuccioli, señaló que en el IVA neto, el aumento fue del 32%, con una suba del 31,9% en el tramo Impositivo y del 35,1% en el Aduanero. La caída real se debió a la eliminación del IVA en los de la canasta básica alimentaria y por mayores compensaciones netas realizadas desde IVA hacia Ganancias, Combustibles y otros impuestos.
El impuesto a las Ganancias aumentó 25,4%; el mes pasado operó el ingreso del segundo anticipo de personas humanas; la disminución de la tasa del impuesto para las sociedades (del 35% al 30%) redujo los ingresos por anticipos en unos $ 2.000 millones.
En el impuesto a los débitos y créditos en cuenta corriente la suba fue del 58%, con un día hábil más respecto del año anterior.
En los impuestos a la Seguridad Social, la recaudación aumentó 27,3%. En este rubro, por la reforma tributaria, dejaron de ingresar unos $ 2.800 millones; también se recaudó menos por la bonificación por parte del Estado de los aportes personales devengados en agosto a los trabajadores en relación de dependencia.
En el comercio exterior, los Derechos de Exportación aumentaron 176,1%, por la suba del tipo de cambio. En tanto, los Derechos de Importación mostraron un incremento de 66,2%, por el incremento interanual del tipo de cambio y de la alícuota de la tasa de estadística para las destinaciones definitivas de importación para consumo.
Por su parte, la recaudación de Bienes Personales aumentó 335,4%, ya que el mes pasado se registró el vencimiento del segundo anticipo del período fiscal 2019 con la aplicación del nuevo esquema del impuesto. En el caso de los combustibles, los ingresos crecieron un 52,9%.