Maxi Salgado - Editor de Más Deportes msalgado@losandes.com.ar
En el deporte, como en la vida, existen dos tipos de referentes (muchos se empecinan en llamarlos líderes) dentro de los equipos y que poco tienen que ver con lo que hacen dentro del campo de juego.
Están los positivos, esos que siempre buscan que el equipo esté equilibrado, muestra hacia dónde está el Norte, genera compromiso, está atento a las necesidades del grupo por sobre las personales y está siempre atento a escuchar lo que opina el resto.
La contraparte son los negativos, aquellos que tienen dificultades para moverse dentro de un grupo, que buscan siempre el lucimiento personal.
Esta semana, hubo muchos casos de uno y otro lado en el deporte nacional.
Ese abrazo eterno y emocionante que se dieron Luis Fabián Scola y el “Chapu” Andrés Nocioni marcaba un antes y un después del básquetbol nacional. Es que estos dos referentes se transformaron en líderes positivos de un proceso que está naciendo y que promete ser próspero.
“El partido lo ganaron los chicos, el mérito es de ellos, los Juegos Olímpicos son de ellos, el futuro es de ellos”, dijo Scola mandando un mensaje clarísimo.
Es que en las tribunas, después de haber renunciado cuatro veces a la Selección Nacional, estuvo Manu Ginóbili, con lo cual hizo que todos hablaran más de él que de los chicos que habían puesto el pecho para conseguir una clasificación que de antemano parecía una quimera.
En lo que respecta al fútbol, las declaraciones de Juan Román Riquelme hablando de las victorias de River sobre Boca, justo a un par de días de un nuevo Superclásico, tampoco fueron muy afortunadas y sólo hicieron que muchos hinchas de Boca se enojaron con él, con razón.
En el ámbito local, Gaspar Servio, arquero de Independiente Rivadavia, quien venía de una “suspensión” de quince días por no haber usado la ropa del club en uno de los partidos, se enteró de que no iría al banco de suplentes en el partido de esta tarde y, entonces, confiado en que con sus declaraciones tribuneras la hinchada iba a salir a bancarlo, salió por todos los medios a mostrar su malestar y a anunciar que se iría de la institución.
Hasta se habló de que volvería a Banfield, club dueño de su pase, pero desde Buenos Aires fueron claros: “acá no tiene lugar”. El arquero ha sido muy importante para esta campaña de los Azules, pero su accionar puertas adentro le ha jugado en contra. “Pocos lo quieren”, cuentan desde adentro y grafican la situación diciendo: “no viste que cuando le hizo el gol a Gimnasia ninguno de sus compañeros fue a saludarlo”.
En el otro rincón podemos mencionar a Fernando Zuqui, volante y capitán de Godoy Cruz, quien fue sacado del equipo titular por Gabriel Heinze.
El pibe, que salió de la cantera tombina, tuvo una actitud más saludable para el grupo. “Yo soy hincha de Godoy Cruz y voy a acompañar desde donde me toque estar. Lo más importante es que podamos salir de este mal momento. Claro que me hubiera gustado jugar el clásico”, dijo.
Habrá que aprender que aquellos que quieren ser individualistas, tarde o temprano se les da la espalda. La sociedad necesita y, mucho, de los tipos positivos.