Luis Scola, máxima estrella del seleccionado argentino de básquetbol, valoró la actuación de los jugadores jóvenes del elenco albiceleste y los consideró responsables de la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, tras la victoria ante el local México en las semifinales del Preolímpico .
“El partido lo ganaron los chicos, el mérito es de ellos, los Juegos Olímpicos son de ellos, el futuro es de ellos", aseveró Scola luego del éxito por 78-70 en el duelo jugado en el Distrito Federal de México por las semifinales del certamen.
“Hicimos un gran torneo, el equipo fue de menos a más. Pero repito: hay que felicitar a los chicos porque ellos hoy ganaron el partido clave”, reiteró el jugador de 35 años, que se desempeña en Toronto Raptors de la NBA. Además, el bonaerense destacó la actitud del conjunto argentino, que venía de caer ante México en la fase regular y que anoche se recompuso para ganar el partido más importante.
“El básquet tiene este tipo de situaciones, en la noche del miércoles lo ganábamos por 15 y terminamos perdiendo por 12 (95-83) y hoy perdíamos por 11 y terminamos ganando por 8, con una gran reacción", indicó el astro del seleccionado que mañana jugará la final del Preolímpico ante Venezuela, el otro clasificado a Río.
Además Scola se convirtió en el máximo anotador de la historia de los Torneos FIBA Américas tras superar al legendario anotador brasileño Oscar Schmidt, que había dejado su marca en 1287 puntos.
Con los 18 del viernes, Scola suma 1292 que supone una media de 16.3 por partido. Además, la final ante Venezuela será el partido número 80 del pívot argentino en FIBA Américas, batiendo también el récord que tenía el puertorriqueño Piculín Ortiz con 79.
Debutó en Neuquén '01 y tan sólo ha faltado a una cita continental (FIBA Américas Santo Domingo'05). Va camino de su quinto MVP consecutivo y su tercer título como mejor anotador en este campeonato. Dos oros (01 y 11), dos platas (03 y 07), dos bronces (09 y 13).
Cuarta vez consecutiva
Ya es una saludable costumbre: el seleccionado de básquetbol se clasificó por cuarta vez consecutiva a una cita olímpica, después de la consagración dorada en Atenas 2004, la medalla de bronce en Pekín 2008 y el cuarto puesto de Londres 2012.
El pasaje para los Juegos siempre trajo una gran cuota de sufrimiento para la Argentina. En 1980, cuando se pusieron en marcha los Preolímpicos, el seleccionado obtuvo uno de los tickets a Moscú, pero terminó siendo un logro infructuoso: la delegación nacional decidió plegarse al boicot internacional y nuestro país no estuvo representado en la Unión Soviética.
Después de tres tropiezos para acceder a Los Angeles ‘84, Seúl ‘88 y Barcelona ‘92, la historia se modificó a partir de 1995, con Vecchio a cargo. Entonces, se allanó el camino a Atlanta ‘96 gracias a los aportes de MNicola, Osella, Milanesio y Espil.
El Preolímpico de Puerto Rico 99, bajo la conducción de Julio Lamas, dejó un sabor amargo. Aun con varios de los exponentes de la incipiente Generación Dorada (Scola, Ginóbili, Montecchia, Nocioni, Victoriano, Sconochini, Gutiérrez, Palladino y Fernández), el equipo fue eliminado en las semifinales ante los Estados Unidos.
Ya a partir de 2003, y luego del subcampeonato del Mundial 2002, cada Preolímpico se asoció con la alegría de la clasificación. También en Puerto Rico y bajo la conducción de Magnano, la Argentina resolvió el compromiso luego de un triple empate con Puerto Rico y Canadá.
Y ya se sabe cómo terminó la historia en Atenas 2004: heroicos campeones, coronados con laureles, en la gesta más importante del deporte argentino, más allá del fútbol.
El Preolímpico de Las Vegas 2007 también invitaba a un esfuerzo mayúsculo. Hernández tuvo que maniobrar frente a las ausencias de Ginóbili, Oberto, Nocioni, Wolkowyski y Herrmann, pero el DT actual se apoyó en Scola para obtener el pase a Pekín 2008
Y en Mar del Plata 2011, una vez más con Lamas, la Argentina volvió a contar con todas las figuras. Las matemáticas obligaron a jugar en las semis ante un poderoso Puerto Rico. En un partido infartante, la Argentina terminó sacando una diferencia mínima (81-79).