El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se definió como "peronista" antes que kirchnerista, y advirtió que "no todo pasa por lo económico" ya que hay que "atender las nuevas demandas" de la población.
Estas declaraciones y otros gestos, como la reunión que mantendrá mañana con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, una de las figuras de la oposición más cuestionadas por el oficialismo, muestran la diferenciación que poco a poco, pero sin pausa, ha decidido encarar el peronista que se perfila como sucesor de Cristina Fernández en 2015.
Luego, al abordar la inseguridad, Scioli afirmó que "a la gente lo primero que tiene uno que hacer es reconocerle sus problemas" y que, en lo personal, "nunca rehuí el debate ni dejé de hacer referencias a este tema".
Consultado por radio Mitre si se define como kirchnerista, expresó: "Yo soy peronista, lo he dicho siempre" y consideró que "el peronismo es dinámico, con ciclos, corrientes", al tiempo que, fiel a su estilo, eludió polemizar y confrontar con hombres del oficialismo.
"Yo este año no necesité andar peleándome, confrontando, comentando declaraciones de otros; yo me peleo con los que me tengo que pelear: con las organizaciones del narcotráfico, con las injusticias", enunció, repitiendo su discurso de los últimos tiempos que le ha rendido frutos, al menos según lo manifiestan las encuestas.
Por otra parte, evitó identificar a los posibles autores de los saqueos, al plantear que "la respuesta está en los detenidos, para poder dilucidar quiénes pudieron haber estado o no detrás de estos atentados" cometidos hace diez días en el Gran Buenos Aires.
"Nosotros como gobierno hicimos lo que teníamos que hacer, que es poner orden y cuidar a la gente. Uno por uno los fuimos deteniendo, más de 500", indicó.
"No era momento, en el medio de esta situación, empezar a hacer conjeturas", afirmó, pese a que hombres del gobierno, como el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, apuntaron a camioneros, gastronómicos, y un sector de ATE.
En otra aparente diferenciación del Gobierno, señaló que "tengo una manera de manejarme con mis funcionarios respetando la libertad de opinión, los matices que tiene cada uno; lo único que me interesa es que cumplan con sus funciones".
Al hablar de gestión, sostuvo que "no todo pasa por lo económico. Las democracias van madurando y se van incorporando nuevas demandas de todo tipo que hay que atender. Hay que buscar, interpretar las demandas de la sociedad".
Precisamente, ayer pidió a los empresarios del sector turístico de Mar del Plata y la costa bonaerense, que no maten "a la gallina de los huevos de oro, que es el turista", a la hora de fijar los precios.
Scioli volverá a mostrarse mañana junto a Mauricio Macri y luego recibirá a los principales referentes de la Mesa de Enlace agropecuaria provincial. Fuentes de la Gobernación confirmaron que el mandatario concurrirá a la inauguración de una planta de tratamiento de residuos domiciliarios en la localidad bonaerense de San Martín, en la que también se prevé la presencia de Macri porque la actividad "involucra a las dos partes".
Luego, el mandatario provincial encabezará un encuentro con los representantes de las entidades agropecuarias en su distrito para evaluar la aplicación de la Ley del Sudoeste, referida a la valuación fiscal de los inmuebles rurales.
Este encuentro también parece un desafío al kirchnerismo, que desde hace cinco años ha hecho foco en el campo y sus representantes. Una guerra cuyo último capítulo fue la expropiación del predio que la Sociedad Rural tiene en Palermo.