El oficialismo, con Daniel Scioli a la cabeza, negó ayer que lleve adelante una “campaña sucia” contra Mauricio Macri de cara al balotaje del próximo domingo 22, aunque insistió en asociar al candidato opositor con un proyecto de ajuste económico y social del país.
El candidato del Frente para la Victoria (FPV), por lo demás, aseguró que mantendrá los subsidios a los servicios públicos; anticipó la posibilidad de crear fondos para grandes centros urbanos como el Gran Córdoba y el Gran Rosario, similares al que existe desde finales de los ‘90 para el Gran Buenos Aires, y se comprometió a que si es presidente abrirá “un debate” para reformar la ley de Coparticipación, un asunto pendiente desde la reforma constitucional de 1994.
También hizo un anuncio con respecto a la política contra el narcotráfico que pareció acercarlo una vez más al planteo del ex candidato presidencial de UNA, Sergio Massa. Propuso “blindar” todos los pasos fronterizos con fuerzas de seguridad, “con la colaboración que ya están dando en el norte y noroeste las Fuerzas Armadas con su despliegue”.
Massa había propuesto usar a las Fuerzas Armadas no sólo para “atacar y bloquear” las fronteras, sino también para actuar contra el narcotráfico en las ciudades.
El mensaje de Scioli de ayer pareció apuntado a buscar el voto de los 5,2 millones de ciudadanos que optaron por Massa, como la semana pasada lo hizo con el compromiso del 82% móvil para la jubilación mínima (planteo central de UNA), aun cuando una ley en ese sentido fue vetada en 2010 por la presidenta Cristina Fernández.
“Los subsidios se van a mantener”, dijo Scioli en declaraciones periodísticas, antes de retomar la campaña con visitas al conurbano bonaerense y reunirse con intendentes bonaerenses en la sede porteña del Banco Provincia. “No tomemos riesgos, vayamos a lo posible, a lo real. Yo garantizo lo real. La gente va a votar a favor de una agenda productiva, no a favor de una agenda neoliberal de mercado”.
Scioli negó que el oficialismo protagonice una “estrategia oscura”, como la definió Macri, por insistir en señalar qué políticas representa el candidato de Cambiemos.
"Se intenta instalar que quiero meter miedo, pero no es así. Lo que pasa es que no puedo dejar de hacer referencia a los riesgos de volver hacia un pasado de políticas que han hecho estragos en lo social, lo económico y el aparato productivo".
Contra la acusación macrista de "campaña sucia", también salieron al cruce el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
“¿Decir la verdad es meter miedo, o será que ellos practican políticas de miedo que la sociedad tiene que conocer?”, dijo el primero en su ronda de prensa matutina. “Si se aplican esas políticas, se va a despedir gente de muchísimas industrias y la oferta de trabajo será tan alta que otra vez desaparecerán las paritarias”.
Para Aníbal Fernández, “no son mentiras” afirmar que las propuestas económicas de Macri son “exactamente iguales” a las que aplicó el primer ministro de Economía de la dictadura tras el golpe de Estado de 1976, José Alfredo Martínez de Hoz.
El ministro de Defensa, por su parte, dijo que “no hay campaña del miedo, pero en la sociedad hay miedo de que Macri gane las elecciones por todo lo que hizo durante su carrera”, y lo definió como “el candidato de las corporaciones” y “genéticamente antiperonista”.
La candidatura de Scioli recibió ayer el apoyo del PJ de La Pampa, pese a no estar alineado con el gobierno de Cristina. “El peronismo expresa un movimiento social y popular, y Macri a sectores que no son populares”, fundamentó en un comunicado. Hoy, además, en términos de apoyo, lo harán los gobernadores en función y electos de Chaco, Formosa, Misiones, Entre Ríos y Corrientes, en una reunión en Resistencia.