Daniel Scioli insistió ayer en pedir el apoyo de radicales y socialistas, como también de “los votantes de Sergio Massa”; sostuvo que “el antimacrismo es muy fuerte” en el país, y confirmó que está dispuesto a participar de un segundo debate con Mauricio Macri antes del balotaje del 22 de noviembre próximo.
También descalificó como una “pavada” las versiones según las cuales sus principales asesores le pidieron despegarse de la presidenta Cristina Fernández después del triunfo por estrecho margen en la elección del domingo, y subrayó: “Las decisiones de la campaña las tomo yo”.
“radicales del campo nacional y popular y de socialistas con visión de igualdad progresista”. Pero esta vez insistió en enviar un mensaje particular a los 5.2 millones de votantes que el domingo pasado lo hicieron por el candidato de UNA, Sergio Massa.
“Hay una agenda de temas que tengo muy en cuenta”, dijo en ese sentido. Y citó, por casos, la propuesta “mejor” que hizo para los jubilados de devolverles el IVA, pero coincidente en su orientación con la de Massa de restablecer el 82% móvil; al igual que “la preocupación que comparto con Sergio (Massa)” respecto del narcotráfico.
Fuentes del sciolismo aseguraron que la estrategia consistirá en convocar al voto de los alrededor de 7 millones de ciudadanos que lo hicieron por las otras cuatro alianzas, antes que buscar acuerdos con sus dirigentes, aunque, por supuesto, sin descartarlos. Ayer, por ejemplo, quien el domingo pasado fue candidato a gobernador de Entre Ríos por el Frente Renovador de Massa, Adrián Fuertes, anunció que apoyará a Scioli en la segunda vuelta.
“No hay grises. Yo tenía un candidato a Presidente que era Sergio Massa, cuyo lema era el cambio justo, es decir, quirúrgicamente corregir lo que está mal sobre las bases fundacionales que debían continuar de un Estado presente, contenedor, diferente”, dijo Fuertes.
El ex candidato a gobernador de Entre Ríos (obtuvo 108 mil votos; Massa, 150 mil) agregó que “como militante peronista, tomo esta actitud sin condiciones y convoco a que no volvamos al pasado que proponen Macri y economistas como (José Luis) Espert, (Carlos) Melconian, (Domingo) Cavallo y compañía”.
En sus declaraciones periodísticas de ayer, Scioli sostuvo que “el antimacrismo es muy fuerte en el país” y agregó que en el balotaje confrontarán “dos visiones de país porque somos dos dirigentes con distintas convicciones sobre el rol del Estado”.
Confirmó, además, que está dispuesto a participar de un debate el 11 de noviembre por TN, al que Macri quedó en responder, que se sumaría al del 15 en la Facultad de Derecho organizado por Argentina Debate, pero se preguntó: “¿Con qué Macri vamos a ir a debatir, con el que estaba en contra de YPF y después a favor? ¿Con el que pidió salir a pagarles a los fondos buitre y estuvo en contra de la recuperación de los fondos de la Anses?”.
Ayer, un debate similar a nivel de candidatos a vicepresidente propuso la compañera de fórmula de Macri, la senadora Gabriela Michetti, a su par de Scioli, Carlos Zannini.
Hacia el frente interno, donde se insinuaron cruces públicos por los resultados del domingo pasado, Scioli dijo que es “una pavada” la versión de que sus colaboradores le pidieron “despegarse” de la Presidenta. “Decido yo. Puedo escuchar a todos, pero decido yo.
Hablamos con la Presidenta más de lo que todos suponen, cambiamos opiniones. Las decisiones de la campaña las tomo yo y las tomaré después del 10 de diciembre”.
Es que el propio Scioli, en su conferencia de prensa del lunes, confirmó de hecho que no se había comunicado con la Presidenta tras la primera vuelta al eludir una respuesta a una pregunta directa en ese sentido.
Mientras que ayer el gobernador misionero, eventual ministro de Turismo sciolista, Maurice Closs, pidió “dejarnos de joder con el rol de Cristina porque el que va en la boleta es Scioli. Si seguimos embarullados en esto, Macri se nos va a matar de risa”.
Sin embargo, algunos cruces públicos en el oficialismo no pudieron acallarse. La diputada kirchnerista Diana Conti criticó ayer a ultrakirchneristas que mezquinaron el apoyo a Scioli, como los intelectuales de Carta Abierta, Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, y Ricardo Forster. “Si sos parte de un proyecto político, cállate la boca”, lanzó.