Pasó Daniel Scioli por Mendoza. Fueron unas pocas horas. Vino para cerrar un foro de dudosa relevancia más allá de lo electoral, el “Encuentro regional de precandidatos al Parlamento del Mercosur”.
Dio un discurso, hizo unas breves declaraciones a la prensa, almorzó rápidamente y partió rumbo a Corrientes. “Soy profundamente respetuoso de la voluntad popular y con la actitud de privilegiar el conjunto por sobre lo partidario, me reuniré con el gobernador electo por el desarrollo de Mendoza”.
Ese trabajo conjunto incluiría un ambicioso plan de obras públicas que Scioli firmó con el postulante oficialista, Adolfo Bermejo, en la campaña electoral provincial.
Apenas esa definición de boca del candidato a presidente del Frente para la Victoria, como para abrir el diálogo político con el radical Alfredo Cornejo.
Por lo demás, no dijo nada distinto a lo que viene diciendo en todo el país y el propio Scioli lo sabe: “Que los demás caigan en títulos rimbombantes, forma parte de la pirotecnia verbal en la época electoral. A nosotros nos verá con mucha responsabilidad y seriedad prometiendo lo que haremos”.
A nadie se le escapa que el encuentro de aspirantes al Parlasur del Frente para la Victoria fue un acto electoral. Un esfuerzo de producción en el hotel Intercontinental, con visitas de renombre oficialista: además de Scioli estuvo su compañero de fórmula Carlos Zannini, Agustín Rossi, Jorge Taiana y Daniel Filmus. También estuvieron aspirantes de Tierra del Fuego, San Luis, Neuquén, San Juan y La Rioja.
Por supuesto, estuvo el gobernador y candidato por Mendoza al Parlasur Francisco Pérez, la actual diputada nacional y candidata a senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, el vicegobernador Carlos Ciurca, el presidente provisional del Senado Eduardo Bauzá, los integrantes de la fórmula local que perdió las elecciones provinciales, Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau, los intendentes Emir Félix, Alejandro Bermejo, Carlos López Puelles, Rubén Miranda (que también es candidato a diputado nacional).
Además, había funcionarios de segundas y terceras líneas que poblaban el primer piso del hotel cinco estrellas de Guaymallén, todos haciendo número en un encuentro para generar una agenda de temas que deberían impulsar los legisladores del Parlasur por la integración latinoamericana.
El debate de los candidatos era a puertas cerradas y aunque alguno de ellos salía y hacía algunas declaraciones, la estrella de la jornada era Scioli, que demoraba su llegada. Pasadas las 13 llegó al Intercontinental. En todas las imágenes se lo ve al aspirante a la Presidencia del oficialismo con Pérez y Ciurca. Siempre ahí, custodiándole los flancos o la espalda. De alguna manera, el acto de campaña de Scioli también lo es para Pérez y Ciurca, quienes aspiran a revivir de las cenizas de la derrota del 21 de junio, Pérez en la boleta del Parlasur, Ciurca a través de un trabajo electoral que sea reconocido por el gobernador bonaerense si es electo presidente.
“En mi gobierno nadie dejará de producir por falta de rentabilidad o competitividad. No hay una medida que por sí sola resuelva todos los problemas de las economías regionales. Tenemos que trabajar en las retenciones, costos financieros, mercados. Por eso estamos con cada una de las economías regionales abordando estos temas”, decía Scioli.
Luego, le dedicaba un párrafo a su principal adversario, Mauricio Macri: “Decía que estaba en contra de YPF, ahora a favor. Decía que estaba en contra de Aerolíneas, ahora está a favor… este es el espacio político más coherente, previsible para trabajadores y clase media y por eso vamos a ir gradualmente avanzando en cada uno de estos temas”.
Más adelante, sumaba una promesa más al nunca concretado tren Trasandino: “Vamos a trabajar para darle más competitividad, como el túnel trasandino. Espero que los mendocinos nos acompañen con la confianza”.
Más adelante, más relajado, Scioli lanzó su principal promesa: trabajar con Cornejo. Relanzó su acta compromiso, aquella que firmó con Bermejo en la campaña electoral provincial el 11 de junio pasado.
Esa vez, el candidato presidencial vino a apuntalar al aspirante a la gobernación del FpV y se comprometió a hacer 20 mil casas y 5 mil mejoras en cuatro años, los diques Los Blancos y Portezuelo del Viento, la red de gas natural para Malargüe y Paso de Las Leñas, entre otras promesas.
Entonces, dijo que esas promesas hechas a Bermejo en realidad eran para los mendocinos, sin importar quién gobierne la Provincia, así que trabajará con el gobernador electo del radicalismo para cumplirlas.
La "unidad en la diversidad", con palos al rival
Como fórmula electoral, Daniel Scioli y Carlos Zannini parecían agua y aceite, pero ahora el tándem se muestra cohesionado y sin recordar los interminables ninguneos a los que el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires fue sometido por el kirchnerismo más puro que representa Zannini.
Scioli reitera una y otra vez que “somos el espacio político que puede dar más tranquilidad, más certidumbre, más confianza para cuidarle los logros que la gente no quiere volver para atrás”; el secretario Legal y Técnico de la Presidencia decía:
“Se dijo que mi candidatura es un desembarco; no puede ser un desembarco la conformación de una fórmula que tiene unidad en la diversidad: nunca vamos a ser iguales, pero podemos trabajar juntos. Nuestra fórmula es una llamado de atención a aquellos que nos llaman duros o que no negociamos o no hablamos. Es la mayor muestra de diálogo y comprensión del otro”.
Luego Zannini volvería a recuperar el discurso de Mauricio Macri el día que Horacio Rodríguez Larreta ganara el balotaje en la Ciudad de Buenos Aires. Ese día, el precandidato presidencial del Pro reconoció aciertos en el Gobierno nacional y desde entonces todo el kirchnerismo viene reivindicando esas palabras. Ayer Zannini no fue la excepción: “Estamos ganando la batalla cultural, porque Macri, el candidato del radicalismo, se ha expresado defendiendo las políticas que hemos llevado a cabo”.
Macri lo acusó de sacar a Bonadío
Mauricio Macri (Pro) se trasladó a la capital bonaerense ayer y sorprendió con la acusación sobre la presunta responsabilidad de Daniel Scioli en la remoción del juez Claudio Bonadío en la causa Hotesur que involucra a la familia de la presidenta Cristina Fernández.
“Scioli es el responsable del desplazamiento de Bonadío de la investigación judicial por Hotesur. Se sabe que existieron reuniones secretas y él ( Scioli) colaboró con esas maniobras”, dijo Macri. El candidato de Cambiemos hace referencia a una presunta tramitación de Scioli con el juez Jorge Ballestero, integrante de la Cámara que removió a Bonadío.
Según el jefe de gobierno porteño, la supuesta interferencia “es violatoria” de la independencia del Poder Judicial. “Scioli -continuó- es parte de un gobierno que persigue, únicamente, la concentración de más poder para lograr impunidad”.