Eduardo Schwank, una “fija” en cada cita de Copa Davis pero ausente este año pues se recupera de una lesión, admitió que Francia tiene mayores chances en la serie de cuartos de final ante Argentina, pero aseguró que “no es imposible ganarle”, al tiempo que también se refirió a la ausencia de Juan Martín Del Potro en el equipo nacional.
“Será una serie difícil, Francia tiene dos tenistas que atraviesan un gran momento y un dobles muy fuerte. Eso le da mayores chances pero no es imposible ganarle, confío en el equipo argentino y en la localía, algo que en la Davis pesa”, analizó Schwank, de 26 años.
Argentina recibirá a Francia el 5, 6 y 7 de abril próximos en el estadio Mary Terán de Weiss, en Villa Soldati, con una formación que no tendrá una vez más a Juan Martín Del Potro, séptimo en el ranking mundial de la ATP y que priorizó durante 2013 su calendario en el circuito.
Por el contrario, Francia pondrá toda su artillería en la cancha, con dos top ten, Jo-Wilfried Tsonga (8) y Richard Gasquet (10), campeón este año en Montpellier y Doha, y semifinalista en el Masters 1000 de Miami, más un dobles fuerte conformado por Michael Llodrá y Julien Benneteau.
“Hubiera sido increíble tener a Del Potro en el equipo, ya que te asegura sus dos puntos en la serie, los rivales lo respetan y tiene una calidad innegable. De todas maneras, él apunta a ser número uno y su decisión es muy respetable”, comentó el tenista radicado en Roldán, una ciudad santafesina cercana a Rosario.
Sin la Torre de Tandil en el equipo, el capitán Martín Jaite repetirá la formación que superó a Alemania por 5-0 en febrero de este año por la ronda inicial del Grupo Mundial 2013, con el cordobés David Nalbandian, el tandilense Juan Mónaco, el marplatense Horacio Zeballos y Carlos Berlocq, el tenista nacido en Chascomús.
“Jaite armó el mejor equipo posible y Argentina de local se hace muy fuerte. David es copero; le tengo mucha fe a Zeballos que atraviesa un gran momento y “Pico” no viene bien en cuanto a resultados, pero en la Davis demostró que siempre rinde”, explicó el habitual compañero de dobles de Nalbandian.
Schwank se prestó al diálogo con muy buena predisposición y aceptó hablar de varios temas, con la elogiable actitud de destacar los méritos del marplatense Zeballos, su reemplazante durante este año en la Davis.
“Representar al país es algo único, siempre es muy lindo y más cuando jugás de local con toda la gente apoyando al equipo. Por eso, si bien no puedo estar, deseo que ganen; ojalá se pueda vencer a Francia”, añadió el rosarino.
Lento retorno
Es que a Schwank le toca estar alejado de la competencia debido a una persistente sinovitis en la mano derecha que le impide jugar y de la que se recupera de a poco para reaparecer dentro de 15 días.
“Estoy entrenando casi con normalidad, bien en la parte física pero de tenis por ahora un solo turno diario. Mi idea es llegar bien al 15 de abril y reaparecer en el Challenger de Santos, en Brasil, con la intención de meterme de nuevo en singles”, adelantó el tenista.
Schwank jugó por última vez en forma oficial en octubre del año pasado, cuando perdió con el santiagueño Marco Trungelliti por 7-5, 4-6 y 7-5 en la ronda inicial del Challenger de la provincia de San Juan, y su inactividad lo mantiene en el puesto 241 del ranking mundial de singles y el 119 en dobles.
“En principio sólo jugaré singles y el dobles será únicamente en los Grand Slams y algunos torneos, ya que debo volear mucho y no quiero exigir demasiado la muñeca. Estoy con muchas ganas de comenzar a jugar, cuando no estás en competencia extrañás muchísimo”, reconoció el rosarino.
El tenista, nacido el 23 de abril de 1986, jugó 13 partidos de Copa Davis con 7 triunfos y 6 derrotas, integró el equipo que perdió la final con España en Sevilla, en 2011, y su última aparición fue en la semifinal del año pasado ante la República Checa, en la derrota por 3-2 en Buenos Aires.
Durante su carrera conquistó el ATP de Stuttgart en 2010 en pareja con Charly Berlocq y fue finalista de Roland Garros 2011 junto al colombiano Juan Sebastián Cabal, aunque sin dudas se lo recordará por los triunfos que logró en la Davis con el cordobés Nalbandian, con quien se entiende a la perfección.
“A partir de la próxima semana vuelvo a entrenarme con Javier Nalbandian, el hermano de David. Me va a dar una mano en mi regreso, será importante”, anticipó finalmente Schwank, quien seguirá la Davis como un hincha más hasta que pueda reinsertarse en el equipo.