A todo atleta de excelsa capacidad corresponden las benevolentes ganancias y Schumi, en el presente, se codea con la minoría selecta del deporte del siglo anterior y actual, porque 91 victorias, 305 carreras disputadas y la heptahegemonía en el Gran Circo sólo es una parte de lo que quedará en la memoria cuando culmine su trayectoria en la Fórmula Uno este fin de semana en Brasil, lo que tiene como resultado ser la segunda estrella deportiva con más dinero obtenido en la historia.
Según la publicación inglesa Sunday Times, el piloto de 43 años ostentaría 46 millones menos que Tiger Woods, aunque lo amasado por el europeo supera por 307 millones a la fortuna que Michael Jordan produjo. Una triada épica en la órbita deportiva y publicitaria.
La aparición y elevación de Schumacher entre quienes más dinero se agenciaban anualmente comenzó paralelo a su bicampeonato de la F1.
Con base en Forbes, en 1995, siendo parte de la escudería Benetton, ya se embolsaba 15 millones de dólares, había escalado del lugar 30 al nueve. El Káiser ya era el único de su especialidad en el ranking.
Hacia 1996 pasó a 33 millones (tercero) y para cuando asumió el comando de la lista, en 1999 (ya como miembro de Ferrari) y 2000, obtenía 49 y 59 millones, de manera respectiva. El lapso 1996-1999 fue parte de un convenio por 124 millones de dólares en total.
Empero, en los años de bonanza con el Cavallino Rampante, en el período cuando obtuvo las cinco coronas seguidas entre 2000 y el 2004, su promedio de ganancias anuales era de 70,25 millones de dólares, siendo ocho decenas el tope en 2004.
No obstante su veteranía cuando regresó con Mercedes a la F1, su jerarquía le generó 64 millones de dólares en 2011 y 2012. De hecho, el año pasado volvió a los primeros planos de Forbes con la cantidad de 34 millones.
En una cita recopilada por ESPN F1, Schumacher afirma no imaginar la vida sin la Fórmula Uno, y ésta, junto al ámbito deportivo, añorará definitivamente a quien lega más de 30 récords en la categoría.