En el distrito Belgrano, uno de los más populosos del departamento de Guaymallén, se levanta el barrio Sarmiento norte, constituido por 680 casas y habitado por unas 3.400 personas.
El Sarmiento era antaño una estructura mayor, que por distintas razones se subdividió en 3 sectores, uno de los cuales es el que fue recorrido por este diario y entrevistada su gente.
Toda el área se caracteriza por la fuerte radicación de la colectividad boliviana, que compite en importancia y acatamiento a las ancestrales costumbres y cultura del país de origen con la radicada en Ugarteche, en el sur de Luján de Cuyo.
De acuerdo a investigaciones de la Municipalidad de Guaymallén, el arraigo de familias de origen boliviano ronda entre 60% y 75%, entre originarios y descendientes.
José Cardozo (50, de Sucre) es dirigente comunitario y difusor radial de los aspectos vinculados a la nación del altiplano y su traspaso a nuestro suelo.
"Es tanta la vinculación y la amistad, que muchos mendocinos participan de nuestras comparsas y eligen nuestras comidas, que como se sabe, algunas son picantes", refiere José.
La presencia boliviana -muy importante en el ramo de la construcción- también está reflejada por entidades, como el Centro de la Colectividad Boliviana de Guaymallén, en calle Gomensoro, que encabeza José Vega, y la asociación civil Integración Boliviana, que preside Edwin Pérez (53, de Cochabamba).
También Patricia Caballero (40, originaria de Potosí) siente el orgullo de las 2 nacionalidades y la responsabilidad de trabajar como agente sanitaria en el centro de salud N° 196 "Josefina Oros". Esta vecina fue notaria electoral en las elecciones presidenciales de su país, en 2007.
Otra referencia de la barriada es indudablemente el cercano Club Atlético Argentino, cuya hinchada, debido a la residencia del hombre y la mujer bolivianos en las inmediaciones, se hace llamar con el apodo de "los Bolitas" o los "Bolis Stone".
El mercado
Un hito más del lugar es el Mercado Cooperativo de Guaymallén, emplazado en la calle Sarmiento, a pocas cuadras de la barriada, y donde trabajan como changarines y empleados en diversos puestos no pocos residentes del Sarmiento Norte. Es un centro de acopio de verduras y frutas que caracteriza a esta parte del departamento.
Caminando por las calles del conglomerado, se van detectando personajes que hicieron época en el deporte mendocino. Uno de ellos es ex campeón argentino de los livianos juniors, Juan Domingo Corradi (67), afincado en Correa Saá 2593. Es difícil sustraerse al diálogo con el ex pugilista.
Tras un saludo en la vereda, el hombre entra otra vez al domicilio, del que sale portando las revistas El Gráfico y Goles, de los años '60 y '70, para mostrar como están reflejados sus combates contra rivales del porte de Carlos Cañete, Abel Cachazú, Víctor Echegaray y Guadalupe Ramírez, entre otros.
Cuando el ganó el título nacional de su categoría, los dueños de la panadería Apolo 11, de la familia de José Sánchez, cerraron la cuadra e hicieron un festejo popular. Juan Domingo (nombre que le pusieron sus padres por el 3 veces presidente argentino, J.D. Perón) sostiene que "si me sacan de este barrio, me muero".
También vivió en el pasado otro boxeador, Ramón Balbino Soria, quien fuera monarca sudamericano de peso mosca. El tercer púgil registrado por allí es Abel Lescano, hoy titular de una panadería, y por ese oficio citado por todos como "el Panadero".
El deporte grande suma otro representante en la vecindad, el recordado arquero de Godoy Cruz, Héctor "Chalo" Pedone, nacido en octubre de 1945. Siempre vivió en territorio tombino, pero desde 1989 fija domicilio en la calle Manuel A. Sáez 2518. El ágil portero representó a la provincia, vistiendo las casacas de los principales clubes mendocinos en los viejos torneos nacionales.
"No era muy alto, pero era difícil hacerle un gol", reconoce el periodista José Félix Suárez, uno de los que más lo entrevistó.
Viñas y hornos
Siguiendo con la recorrida, antiguos moradores relatan que la zona era de viñas, que se mezclaban con muchos hornos de ladrillos.
Con el devenir del tiempo, comenzaron a llegar los servicios básicos, y ahora se dispone de todas las prestaciones, aunque hay un reclamo general para que Aguas Mendocinas pueda remediar cierta obsolescencia del sistema cloacal, que se refleja en el colapso de las cañerías en distintos puntos.
En el aspecto educativo, la barriada está bien nutrida. Allí radican la escuela N° 1-533 "Próceres de la Independencia", con medio siglo de vida y a la que asisten 590 alumnos del lugar y los barrios aledaños, entre los que se cuentan Lihué, Pedro Molina I y II, 17 de Noviembre y otros.
En la visita a este establecimiento, el delegado municipal de General Belgrano, Fermín Mayorga, le dio una primicia al elenco directivo de la 533. Les anunció que en fecha a designar comenzará la construcción de un colegio técnico, que se ubicará en el predio descampado, en la parte posterior de la escuela, pero fuera de sus límites.
Es todo un progreso porque allí, hace algunos años, había un persa de ambulantes que traía muchos problemas al vecindario y que fue derivado a la estación de trenes San José de la línea General Belgrano, donde funciona los fines de semana, pero solo con la presencia de los ambulantes residentes en el distrito.
Otro establecimiento educativo destacado es el colegio Nuestra Señora de la Consolata, en Gomensoro y 3 de Febrero, que tiene jardín de infantes, primaria y secundaria.
El panorama escolar se completa con el jardín nucleado 0-125 "Pequeño de los Andes", en Correa Saá y Paula Albarracín, institución que aporta en la contención de niños de hogares humildes y de la cual es orgullosa integrante Mónica Véliz. Esta celadora considera que "la zona está en crecimiento, pero podría estar mejor con la colaboración de todos, especialmente en cuando al cuidado del ambiente y la limpieza".