La ex “Sex and the City” entró en shock cuando escuchó los rumores que circulaban sobre sus manos: que las tenía muy avejentadas y que se había sometido a tratamientos para rejuvenecerlas.
En una entrevista con el programa norteamericano Watch What Happens Live, la actriz aclaró: "Yo no tengo esas manos de bruja tan horribles que me atribuyen. Me parece fatal, y me dolió mucho”, concluyó.