Santiago Segura: “Los galanes calvos estamos en declive”

El gran actor y director español, conocido popularmente por la saga “Torrente”, encarna al presentador de un reality show carcelario en la miniserie "Supermax", que dirige el argentino Daniel Burman y se verá por la TV Pública.

Santiago Segura: “Los galanes calvos estamos en declive”

El proyecto actualmente se está rodando bajo la dirección de Daniel Burman en el norte argentino y se estrenará a principio de 2017.

Esta ficción relata la historia de ocho personajes que deciden participar por un premio de un millón de dólares en un reality show que se desarrolla en un presidio de máxima seguridad aislado de la realidad, en medio de un desierto de sal, y en el que una década atrás había ocurrido un motín.

“Hay un momento en el que nos quedamos incomunicados, no hay energía, se me acaban las provisiones y entonces decido salir, pero claro, para salir de un salar hay que tener ganas. Vemos que vamos a morir como ratas y volvemos a entrar a la cárcel, salimos y volvemos, no hay muchas opciones”, repasa Segura durante una entrevista con Télam en el lugar del rodaje.

Esta serie de diez capítulos de 48 minutos cada uno, que fue adaptada por el autor de “El rey del Once” de una versión brasileña y que dirige junto a Mario Segade, pertenece a una coproducción en la que participan La TV Pública Argentina, la cadena Globo de Brasil, Mediaset España, TV Azteca de México, y Teledoce de Uruguay.

La serie se recrea en dos locaciones: en los estudios brasileños de Globo, que apuesta por primera vez al mercado hispanohablante, y en Salinas Grandes de Jujuy, donde un equipo de cien personas -entre actores y producción- se encontrará grabando unos días más.

"La propuesta me llega a través de Burman y lo que he visto de Burman me gusta mucho. Él personalmente me cayó muy bien y, luego, al ver que mi personaje es el favorito dentro de la serie, y el que más divertido me parece de interpretar porque es un imbécil, me encantó".

Con un look al estilo Gary Oldman, recuperando su peso y vestido con un traje de color marrón, Segura bromea sobre su aspecto: "La cara es mía pero quería que tuviera un pelo de presentador de televisión. Calvo, no daba la imagen. Los actores de color se quejan porque no les dan el Oscar pero ¿cuántos calvos son protagonistas? Los galanes alopécicos estamos en declive”.

"Traje la peluca desde España porque está hecha a medida. Entre la grampa y los pegamentos me lleva unos 20 minutos colocármela. De hecho, en Brasil tuvo más éxito la peluca que yo. Cuando me la quitan lloro porque vuelvo a revivir mis 21 años, cuando se me caía el pelo", manifiesta con gracia sobre un aplique que resulta casi imperceptible a los ojos ajenos.

-¿Se adaptó fácilmente al frío y a la altura?

-Generalmente me perjudica todo a nivel personal pero a nivel actoral no. Yo he estado en situaciones de frío extremo, de ésas que te castañetean los dientes y ahí sí que tenías que dar unas carreritas de un par de cuadras.

Con la altura estoy bien pero es el Sol el que me está tratando mal. La altura me acerca y el Sol me achicharra. El primer día estábamos a -7ºC y ahora estamos a 10, es un clima extremo.

No conocía el Norte; es un lugar bonito de visitar, y la gente que no lo conozca, probablemente le apetezca venir, al ver la serie.

-¿Lleva su rol de director a la actuación?

-Intento ser disciplinado porque no me gustaría que me lo hicieran. El típico actor listo que empieza a darte consejos, es un pesado. Pero cuando el director es una persona tan inteligente como Burman que acepta las colaboraciones, por supuesto que doy las sugerencias que puedo, sobre todo a nivel de diálogo, sobre el habla del personaje. Entiendo que son más positivas que negativas.

-¿Cómo ve la situación del cine hispanohablante en relación con las producciones audiovisuales?

-A los que nos une el idioma, por nuestra idiosincrasia, no lo aprovechamos. Yo no sé quién es el actor de moda en Venezuela. Me preguntas por cinco directores colombianos y me quedo con cara de circunstancia. No sabemos lo que tenemos, no valoramos lo nuestro.

Estados Unidos, la meca del cine, siempre ha sabido vender su "star-system" y su idioma nos da igual porque le regalamos el nuestro; doblamos y aceptamos películas dobladas, cosa que ellos jamás harían con su idioma.

"Supermax" es una propuesta que mezcla acentos. Estás en la Argentina y escuchas a un cubano, a un español o un uruguayo, como al argentino, y no te parece tan ajeno; puedes asumirlo como propio. Yo estoy contento de que se haga este experimento.

-¿Y qué opinión tiene sobre la transformación de las plataformas?

-No sé si ya nadie ve la televisión. Ahora ves las series cuando las descargas, cuando puedes o cuando están y eso me inquieta de alguna forma pero no mucho porque siguen haciendo falta contenidos. La gente quiere ver historias bien contadas, divertidas, que la emocionen.

-Hablando de transformaciones, ¿cómo vive la situación en España?

-Estamos exactamente igual que hace seis meses. Hubo elecciones y Rajoy no consiguió mayoría absoluta. Los políticos, en vez de hacer para lo que se les paga, que es pactar, llamaron de nuevo a elecciones en la soberbia de pensar que les favorecerían.

En la segunda elección fue un poco diferente porque Pablo Iglesias se unió a la Izquierda Unida y pensaron que iban a sacar más votos pero lo que hicieron fue asustar a los votantes del PP, que han dicho: 'Dios mío: a ver si vienen los comunistas', con lo cual ha tenido un poco más Rajoy pero sin mayoría absoluta, de modo que tiene que pactar otra vez.

La gente dice que puede gobernar Rajoy pero también puede gobernar Pedro Sánchez. ¿No es increíble? Es España, es absurdo.

-¿Siente que en cierto punto Argentina y España son parecidas?

-Me cuentan cosas de Argentina y digo 'joder, esto es como España". Al principio parece la historia de un país surrealista por lo atípico, pero luego ves que no, que se reproduce, y pienso lo mal que va el mundo hasta que de pronto veo que Trump puede ganar las elecciones, y que todo puede ir peor. Estoy entre el miedo y la risa.

-¿A qué atribuye el éxito de "Torrente" en la Argentina?

-Pegó en Argentina porque son personas con un gran criterio, inteligentes que han sabido entender a un genio como yo (risas). No es un prototipo argentino; es una burla de cómo no se debe ser.

Sí, es verdad que hay muchos argentinos que pueden ser como Torrente, y también españoles, pero la media creo que lo ve con una cierta perspectiva, aunque también hay otros que no tienen perspectiva, que se identifican con él y que pagan las entradas y a ellos también los quiero mucho (risas).

-¿Se viene "Torrente 6"?

-Creo que acabé con "Torrente" de momento. Volverá como Rocky Balboa a los 65 años.

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