El luchador platense, Santiago Ponzinibbio, el único argentino que luchará en la Ultimate Fighting Championship (UFC), debutará hoy en la organización mundial más grande en las Artes Marciales Mixtas (MMA) ante el estadounidense Ryan LaFlare.
El UFC Fight Night 32, cuya pelea principal será la revancha entre el brasileño Vitor Belfort y el estadounidense Dan Henderson, dos grandes figuras de la organización, se realizará en la Arena Goiania y será transmitida en Argentina por América TV desde las 22.
En el pesaje realizado esta tarde en la Arena Goiania, ante unos dos mil fanáticos, Ponzinibbio dio 77 kilos, el límite de la categoría, lo mismo que su rival, el neoyorquino Ryan LaFlare.
El platense, de 27 años, que debutará en la meca de las MMA, tiene claro que su objetivo no es la plata" sino ir "en busca de la gloria".
Para llegar al lugar que ocupa ahora en la elite de este deporte, el "argentino gente boa", como lo bautizaron los fanáticos brasileños, tuvo que recorrer un largo y sacrificado camino, pero nunca dudó que era el correcto.
Tras ir de vacaciones a Florianópolis por 15 días con un amigo no volvió más y, sin saber el idioma y sin conocer a nadie, se ganó la vida haciendo masajes en la playa, vendiendo artesanías, sánguches de milanesa y cerveza durante el carnaval, todo sin dejar de entrenarse y perfeccionándose en la lucha.
Hasta que conoció a su gran amigo "Despachante" Silveira, quien lo empezó a sponsorear y lo contactó con Thiago Tavares, figura brasileña de las MMA, para que le consiguiera varias peleas y lo ayudara a hacerse un nombre en el país que revolucionó el Jiu-Jitsu y las artes marciales mixtas.
La gran oportunidad se presentó ante él con la segunda temporada del reality The Ultimate Figthers Brasil (TUF) en su categoría (welter), pero en un principio no quedó entre los preseleccionados por ser argentino" y la inscripción era sólo para peleadores locales.
Sin embargo, el platense no se dio por vencido y, con su récord de 19-1, se tomó un avión a Río de Janeiro, llegó primero que todos y se presentó ante los productores, que lo atendieron último entre 500 peleadores y terminaron cautivados por su historia particular.
Luego de su extraordinario desempeño en el TUF, donde llegó a la semifinal, le ganó por puntos a Leo Santos, siete veces campeón mundial de Jiu-Jitsu, pero no pudo disputar la final ya que durante la misma se fracturó el radio del brazo derecho en diez partes. Allí comenzó a crecer la historia de este gran luchador.
Las heridas ya curaron, sólo le quedó el consuelo de que fue el único invicto del certamen. Ahora Ponzinibbio enfrentará el momento que soñó toda su vida por eso no se cansa de aclarar: “Es un octágono y dos peleadores, todo depende de mí".