Para atraer la atención de los grandes clubes nacionales e internacionales hace falta algo más que talento y virtudes: sacrificio. Sobran ejemplos de talentosos jugadores que nunca pudieron escapar a la maldición del potrero porque les faltaba pasta para enfrentar las exigencias de meterse en otra élite.
Claro que también están los otros, aquellos que no solo confían en sus gambetas o en sus goles, sino que saben que la carrera dependerá también del esfuerzo y el compromiso. Santiago González transita por estas horas ese salto que lo pondrá en uno de los clubes más grandes de la Argentina: San Lorenzo de Almagro.
Ayer, y aunque se conoció que Boca Juniors también realizó una oferta formal por hacerse de sus servicios, el delantero, que tuvo una gran temporada con la casaca del Deportivo Maipú, acordó su vínculo con la entidad azulgrana. La decisión la tomó el propio jugador, aunque tras recibir opiniones de familiares e incluso allegados al Botellero.
Tal como se había informado hace unos días, San Lorenzo le abonará a Deportivo Maipú una cifra cercana a los 65 mil dólares (hay que descontar impuestos) por el 80 por ciento del pase. Además, en el contrato figuran ciertos objetivos por los que podrían ingresar 300 mil dólares más (repartidos en los próximos años).
“Es una venta a futuro. Lo que le puede ingresar al club por una futura venta de Santiago es lo más interesante”, confió Hernán Sperdutti.
Mientras, Carlos Sperdutti, con una sonrisa, afirmó: “Estoy contento por su traspaso y porque se va al club de mis amores (risas)”.
El “Mágico” estará viajando hoy a Buenos Aires para firmar su vínculo con la entidad de Boedo.
Una carrera en ascenso
Chacarita, el salto de calidad. Aunque en Mendoza ya empezaba a meterse en el círculo de los jugadores reconocidos por su talento, al delantero le faltaba un partido de otras características para lanzar su nombre a nivel nacional.
Y lo consiguió el día del 3-0 vs. Chacarita Jrs., por Copa Argentina.
Desde entonces, Santiago Emanuel González entró en la mira de los grandes equipos argentinos.
Desde la cantera italiana. El juvenil supo deleitar desde muy chico con la camiseta del Deportivo Guaymallén. A los 15 años tuvo su debut en primera y pronto atrapó por su juego.
Luego llegó el paso por Rodeo del Medio y finalmente el Deportivo Maipú. Desde su debut en el Federal A, de la mano del “Gringo” Sperdutti, anotó 11 goles en 29 partidos.
Sus virtudes. En una nota a La Cicloneta, expuso sus cualidades. "Juego de extremo, tanto en derecha como por izquierda. Soy un delantero bastante rápido, con mucha llegada por afuera para tirar centros", dijo. "Me gusta mucho ver fútbol y he visto varias veces a San Lorenzo. Es un equipazo, tiene jugadores de jerarquía", confió.
Su relación con San Lorenzo. Su primer acercamiento se remonta a 2014 cuando llegó para ingresar a las inferiores pero no quedó. El mentor de esa posibilidad fue un coterráneo, Sebastián Torrico. Y el pibe lo reconoce: "Es una gran persona y un tremendo arquero".
Su apodo. Victoria Vargas, una periodista mendocina, lo bautizó una tarde de domingo tras deleitarse con sus gambetas: El "Mágico".
