Santiago González fue la gran figura del clásico entre Gutiérrez y el Deportivo Maipú al convertir los dos goles del partido.
El "Mágico" es la gran perla que tiene el Cruzado en el plantel y algunos ya lo ven parecido a Lucas Gamba, quien también brilló en el club y hoy está en Primera División en Unión de Santa Fe.
Antes del partido el delantero botellero estaba más nervioso por el nacimiento de su ahijado que por el partido, eso demuestra que el pibe de 18 años tiene las prioridades bien claras, ya que su familia es una pieza fundamental en este presente.
Luego de ser la gran figura en el derby departamental, González contó que estaba muy contento: "fueron dos goles muy lindos y fueron muy importantes por todo lo que nos jugábamos en el clásico. Se nos están dando los resultados y esperamos seguir este camino".
Santi se siente muy cómodo en el Cruzado y siente el apoyo de Carlos Sperdutti y toda la gente: "es muy lindo estar en Maipú, sentir el apoyo de la gente que acompaña y te hace sentir muy cómodo. Estoy muy agradecido a Carlos por la oportunidad que me dio de ser titular en primera".
Sus compañeros son algo importante para este pibe maravilla, ya que tiene chicos jóvenes como Matías Persia ("me siento muy cómodo con Matías, nos hemos hecho muy amigos y lo mostramos dentro de la cancha") y también experimentados como Walter García: "es la primera vez que me toca estar con un jugador de renombre como Walter García. Estoy muy contento de eso, siempre nos da consejos y por algo es el capitán del equipo".
Los goles están llegando y eso hace pensar que no le queda mucho en el fútbol de ascenso: "no me considero un goleador por más que se me están dando estas oportunidades. Uno siempre sueña con llegar a primera, pero hay que ir de a poco".
Ahora se viene el partido con Gimnasia por la Copa Argentina en la cancha del Lobo, un terreno que le puede jugar a favor por las dimensiones y su velocidad: "en una cancha grande como la de Gimnasia te da más espacios para tirar diagonales y generar mano a mano, me gusta jugar ahí".
En las dedicatorias de los dos goles, González se persignó y apuntó al cielo con sólo un destinatario: "siempre le agradezco a Dios por todo lo que me da, por eso le dedico mis goles", cerró.
