Santiago amaneció con severos daños en las calles y un clima de tensión luego de que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretara en la medianoche el estado de emergencia en la Región Metropolitana luego de los graves incidentes que derivaron de las protestas por el aumento en el boleto del transporte subterráneo.
El decreto implica suspender algunos derechos ciudadanos en virtud de la defensa o seguridad nacional y las zonas designadas estarán bajo la dependencia del General de División del Ejército Javier Iturriaga del Campo.
"El objetivo de este Estado de Emergencia es muy simple, pero muy profundo: asegurar el orden público, asegurar la tranquilidad de los habitantes de la ciudad de Santiago, proteger los bienes tanto públicos como privados y, por sobre todo, garantizar los derechos de todos y cada uno de nuestros compatriotas", remarcó el presidente ante la prensa en el Palacio de La Moneda.
Luego de decretar el Estado de Emergencia, el mandatario dijo que "en los próximos días convocaremos a un diálogo transversal para poder atenuar y aliviar la situación de nuestros compatriotas afectados por alza del Metro".
El presidente llegó a tomar esta decisión debido a la intensidad de los disturbios que marcaron la tarde noche del viernes, con incendios en cinco estaciones de Metro (Subte) y cuatro buses de transporte público, múltiples barricadas en distintos puntos de la ciudad y el incendio de un edificio de la empresa de distribución eléctrica de Santiago, que implicó la intensa labor de bomberos y carabineros para controlar la situación.
Adicionalmente y de forma espontánea en casi todas las comunas de la capital chilena, vecinos salieron de sus casas para realizar cacerolazos pacíficos, que contrastaban con los actos vandálicos en el Metro y otros puntos de la ciudad.
La jornada de violencia y disturbios estuvo precedida por días de intensas manifestaciones denominadas "Evasión Masiva", en donde cientos de personas, en su mayoría estudiantes secundarios y universitarios, saltaban los molinetes para evadir el pago, lo que fue derivó en la acción de personal de seguridad y carabineros.
Estas acciones llevaron una mayor intensidad a las acciones de los manifestantes, que terminaron rompiendo infraestructura del transporte subterráneo, tasada en unos 500 millones de pesos chilenos (unos 700.000 dólares).
Debido a la acción de los manifestantes en múltiples estaciones del transporte subterráneo, la directiva del Metro decidió cerrar el viernes todas las líneas para evitar más destrozos.
El procedimiento provocó caos en la ciudad, ya que miles de personas son las que se desplazan en este medio de transporte y tuvieron que buscar otra forma de volver a sus hogares.
Todas las estaciones de Metro estuvieron custodiados por Carabineros y según información entregada por la empresa, se mantendrán cerradas durante todo el fin de semana.
Según informó el Metro, las estaciones afectadas por los incendios son Trinidad, San José de la Estrella, Los Quillayes, Elisa Correa y Protectora de la Infancia.
El precio de los boletos del metro capitalino subió de manera sostenida desde el año 2007, cuando costaba 420 pesos (unos 0,6 dólares), hasta los 830 pesos actuales (1,15 dólares), y en la mañana la ministra de Transportes, Gloria Hutt, informó que no se revisaría el alza del precio del boleto, lo que también encendió el descontento popular.
La Cámara de Diputados llamó a sesión extraordinaria por el alza de los pasajes y las manifestaciones, por lo que el próximo lunes a las 18.30 se citará a los ministros de Interior, Transporte y General Director de Carabineros por los graves hechos ocurridos en Santiago durante las últimas horas.
La situación llegó a tal punto que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional decidió suspender los partidos de fútbol profesional de este fin de semana en la Región Metropolitana.