No se adjudicó su serie. Tampoco pudo cantar victoria en la competencia final. Por las tan polémicas órdenes de equipo se quedó sin su segundo podio en su primera temporada.
Sin embargo, fue todo un ganador en Chile. El profesionalismo estuvo a la orden del día para Julián Santero que, una vez más, tuvo que levantar el pie del acelerador para que su coequiper Néstor Girolami saboreara champán sumando importantes puntos en función del certamen que lo tiene como líder y principal candidato a ganarlo en Potrero de los Funes.
Las lágrimas en los ojos del piloto mendocino, apenas finalizada la undécima carrera del año y la primera para el Súper TC 2000 en suelo trasandino, fueron fiel reflejo de la desazón que vivió al dejar el camino libre a Bebu en Codegua.
Ya desde la partida -que lo tuvo en el tercer cajón al ser segundo en la segunda serie- dejó que su otro coequiper, Agustín Canapino, lo aventajara para que fuera en búsqueda del triunfo en pos de seguir con chances de campeonar.
Marchando detrás de Leonel Pernía, Esteban Guerrieri y el arrecifeño, el campeón de Fórmula Renault se mantuvo expectante en la cuarta plaza, siendo el más prolijo a la hora de acelerar en un dibujo que alternó luces con sombras.
El abandono de Guerrieri al romper el piso del Toyota Corolla posibilitó que recuperara el lugar que tenía al momento de largar.
Y ni siquiera el campeón saliente Matías Rossi lo inquietó cuando se acercó en mitad de la prueba, a tal punto que el Granadero siguió de largo en una curva permitiendo que nuestro crédito respirara tranquilo para afirmarse a la tercera plaza.
En ese momento llegaron los planteos por parte del Peugeot Team. Es que Girolami dio cuenta del herido Corolla de Rossi y en gran remontada se colocó cuarto, detrás de Canapino, Pernía y Santero.
“Atacá a Pernía y sino cedé tu posición a Bebu”, dijeron desde los boxes de la marca francesa. El joven de 21 años fue en búsqueda del Tanito y pudo superarlo en una pequeña recta hasta que la cuerda quedó a favor del Renault Fluence.
Con el cuchillo entre los dientes fue hasta la última curva pero no cumplió con su cometido, por lo que a escasos metros del banderazo desaceleró para que Girolami entrara al podio que Julián ya saboreaba sobre la recta principal.
El “empleado del mes”, tiró el relator de Carburando cuando Santero entregó su posición, algo que también sucedió claramente en la cita pasada de Termas de Río Hondo cuando lideraba su batería y tuvo que postergar su éxito parcial a manos del cordobés de Isla Verde.
Incluso, en otros tantos capítulos, Santero corrió para la escuadra que antes de viajar al vecino país le anunció que no estaba en los planes para el año próximo.
El podio, una vez más, estuvo cerca para un volante que ya se ganó el respeto de todos pese a su corta campaña en autos con techo.
Un caballero con todas las letras que, más allá de haberse quedado fuera de la estructura comandada por Ulises Armellini ante la llegada de Fabián Yannantuoni en 2015, priorizó el trabajo en equipo más que la conocida “pasada de factura” sabiendo que era su penúltima competencia al mando del 408 que lo tiene en el octavo puesto del campeonato en su primera temporada.
Ahora, la lucha por el título será una cuestión de cuatro. Girolami, Pernía, Canapino y Norberto Fontana irán por la gloria. Santero no tendrá que demostrar nada porque, en once citas, expuso lo que todo equipo busca de un piloto top.
Llaver: buen resultado a futuro
Aún no define su continuidad en el Toyota Team Argentina por una cuestión de números. Pero a base de los resultados obtenidos en los últimos periplos, Bernardo Llaver evidenció que el equipo puede seguir apostando por el sanmartiniano para 2015.
Al cuarto lugar cosechado en Río Hondo sumó la sexta plaza de ayer en Codegua, siendo el mejor de la marca japonesa. Los puntos obtenidos tanto en la serie (fue cuarto) como en la carrera definitiva sirvieron para que Berni escalara al décimo lugar del torneo, quedando detrás del número 1 del TTA: Matías Rossi. “Sigo siendo regular, sumando carrera tras carrera”, lanzó Llaver.
Mariano Werner y Norberto Fontana lo superaron en la largada, yendo a la chapa. Aunque recuperó terreno al desertar su coequiper Esteban Guerrieri y el entrerriano.
Se vio superado por Néstor Girolami pero en intensa lucha batió a Emiliano Spataro y Norberto Fontana, y avanzó ante el retraso de Rossi. “El auto tuvo un gran rendimiento; lo aproveché al máximo”, cerró.